- En un contexto donde la escasez de agua es una realidad, un jardín de pasto sintético de 50 m² evita un consumo aproximado de 91, 250 litros anuales en Yucatán.
SANTIAGO VELA
MÉRIDA, YUC.- Con un aumento del 30 por ciento en ventas, en esta temporada de calor y sequía ha crecido el interés del pasto sintético para los hogares.
Los clientes han optado en quitar el pasto natural y hacer la inversión que a la larga da una mejor vista y requiera menos mantenimiento.
La alternativa verde es resistente y de bajo costo, cuya superficie es moderna, optimiza recursos hídricos y reduce significativamente los gastos de cuidado, además que da un aspecto impecable durante todo el año en la región.
En un contexto donde la escasez de agua es una realidad, un jardín de pasto sintético de 50 metros cuadrados evita el consumo de aproximadamente 91 mil 250 litros de agua anuales en Yucatán.
Esta cifra contrasta con los 25 mil a 50 mil litros que requeriría un césped natural con riego constante en la región, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2024.
Además, la eliminación de podas, fertilizantes y pesticidas implica una disminución de al menos el 80 por ciento en los costos operativos.
“El pasto sintético representa un ahorro significativo en agua y mantenimiento, además de ofrecer una superficie de juego uniforme y segura”, afirma Enrique Domínguez Cordero, con siete años de experiencia en la empresa de pasto sintético CamPau.
Los municipios yucatecos como Ticul y Umán ya disfrutan de canchas de fútbol 7 con esta tecnología, brindando a los deportistas un terreno de juego sin polvo ni encharcamientos, capaz de resistir un uso intensivo.
Para los hogares, esto se traduce en patios listos para disfrutar sin importar las condiciones climáticas.
Así, el pasto sintético se presenta como una inversión inteligente para embellecer espacios, promover la sostenibilidad y facilitar la vida en Yucatán.