- En su filme, Bono constató que tenía mucho que contar sobre su persona y como figura pública.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- En su primer filme como protagonista, en el que se interpreta a sí mismo a lo largo de una combinación de documental, concierto y stand up, Bono constató que tenía mucho que contar sobre su persona y como figura pública, además de corroborar que jamás será actor.
Bono: Stories of Surrender, que el 30 de mayo estrenará Apple TV+ y hoy tendrá su premier mundial en el Festival de Cine de Cannes, coloca al líder de U2 ante la cámara para hablar de la formación de la banda irlandesa, de sus inseguridades profesionales, de sus más profundos dolores familiares y de los momentos decisivos en su vida.
“No soy un actor, de hecho, en este filme, nuestro director, Andrew Dominik, me decía: ‘Alto, estás actuando. Deja de actuar’. Y yo decía: ‘¿Y qué se supone que debo hacer?’. Y él me respondía: ‘Debes estar en la lente y ésta puede percibir lo que eres’.
“Sabe si estás mintiendo, la audiencia sabe si estás mintiendo o no, y lo que haces va más allá. Estando con una audiencia, los mejores actores no actúan, y eso fue lo que describo. No pude actuar, tuve que ser yo mismo, y creo que valió la pena”, expresó el intérprete de “One”, en conferencia virtual desde Francia.
A lo largo de la pieza, filmada en un teatro, con público sujeto a un estricto contrato de confidencialidad, los admiradores del cantautor, productor y activista se ríen, se conmueven y se asombran con lo que les revela sobre su infancia y adolescencia, las vicisitudes que pasó U2 en sus inicios y los desencuentros con su padre, madre y amigos.
El escenario fue el Beacon Theatre, en Nueva York, con guion a cargo del protagonista. La historia es, por demás, íntima y profunda sobre los contrastes de su revolucionaria vida como icónica celebridad del entretenimiento.
La película, filmada en blanco y negro, contó con intervenciones de sus invitadas Gemma Doherty y Kate Ellis y se basó en el libro autobiográfico del cantante, Surrender. A la par de esta producción, saldrá una versión de bolsillo, abreviada y actualizada, de las memorias del ganador del Grammy y nominado al Óscar: Surrender: 40 Songs, One Story.
Con 65 años recién cumplidos, el sábado pasado, la pregunta obligada para el ídolo es cómo se siente a estas alturas y cómo lo celebró.
“Fui con mi hija mayor (Jordan), que nació el mismo día que yo, a Ámsterdam a ver a mi hijo (varón) mayor (Elijah), con su banda, Inhaler. Es totalmente ‘molesto sin esfuerzo’ ver que lo hacen tan bien”, dijo, en tono irónico y con orgullo, sobre el trabajo del grupo.
“Mi cabeza piensa y piensa y ellos son como la brisa más refrescante que podría pensar. Y sí, empezaron siendo una banda de preparatoria, ¡y qué locura!”.
Referente del rock de los 80 y 90, considerado entre sus más grandes vocalistas, Bono acudirá hoy con su familia y varios amigos al Grand Théatre Lumiére, en Cannes, donde su película será proyectada como parte de las Sesiones Especiales del certamen.
Bono, casado con su amor desde la adolescencia, Ali Stewart, a quien cita un par de veces en la cinta, dejó entrever que aún no conoce la opinión de sus inseparables The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr.
“A Larry sólo le gustan los westerns. A Adam. mmm, no lo sé; la verdad, me da miedo preguntar. Me preocupan más las opiniones de ellos que las de ustedes. Edge estaba conmigo desde el inicio y desde los arreglos (para las canciones del documental), trabajamos muy de cerca (con el productor), quien me parece un genio.
“Lo más peculiar (de The Edge) es que él no cree ser uno de los guitarristas más influyentes. No piensa en la guitarra, piensa en la canción, y con estos arreglos estaba tan interesado de ver crecer cada canción por sí misma”, destacó Bono.
INSPIRADO POR ‘EL JEFE’
Sentado en una silla, luego de pie y después cantando, o moviendo otras sillas y una mesa, Bono teje el relato de su documental-concierto-stand up mencionando a muchos de los que han influido en su carrera, entre ellos, “El Jefe”.
“Bruce Springsteen ha sido, personalmente, una influencia desde 1981. Cuando lo conocimos, en Londres, estaba con Pete Townshend, de The Who, y no podíamos creerlo. Mi hermano (Norman) me dio sus álbumes desde que era un adolescente. No en la esencia del rock and roll, sino de la ópera, ‘Jungleland’ (1975), para mí, es una ópera y está muy presente. No es una telenovela; es una ópera, una historia real.
“Para mí, él tuvo el coraje de hablar de su padre en los 80, y me dio el coraje para hablar de mi padre estos años. Es una inspiración, y dijo algo divertido: ‘La democracia es muy buena para lugares como Irak, pero no para una banda de rock’. Es un maestro, comparte todo igualmente, pero es ‘El Jefe’. Nosotros trabajamos democráticamente: estamos en una banda, U2, que tiene cuatro jefes”, precisó Paul Hewson, alias Bono.