- La frecuencia de las sequías se incrementó 31 por ciento en México entre 2000 y 2020, y su intensidad 45 por ciento.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- La frecuencia de las sequías se incrementó 31 por ciento en México entre 2000 y 2020, y su intensidad 45 por ciento, advierte un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundido este martes.
De hecho, indica, el país ha experimentado sequías de manera continua durante 20 años.
“La megasequía que afecta a México y Estados Unidos, y que persiste durante más de veinte años, es probablemente la más grave en mil 200 años”, apunta.
El reporte “Perspectivas mundiales de la sequía” indica que uno de los mayores impactos consiste en una disminución en la humedad del suelo, y ha provocado que más de 60 por ciento de las tierras en México registren desecación significativa.
“El sellado del suelo impulsado por la urbanización y otros cambios en el uso del suelo también contribuye al empeoramiento de las condiciones de sequía”, destaca.
En tanto, apunta, el aumento de la severidad y la duración de las sequías incrementa el riesgo de incendios forestales.
La OCDE destaca que en México se han desarrollaron 26 planes de prevención de sequías a nivel de cuenca, como parte del Programa Nacional Contra la Sequía.
“Estos planes apoyan la asignación coordinada de agua, inversiones en infraestructura y medidas de prevención de sequías”, detalla.
“Sin embargo, el aumento del riesgo de sequía debido al cambio climático exige evaluaciones y actualizaciones periódicas de los acuerdos y planes existentes”.
Causas y costos
El creciente riesgo de sequía a nivel global, señala el reporte, se debe a una combinación de factores, entre los que el cambio climático destaca como el principal.
El cambio climático, indica, multiplicó por 20 la probabilidad de la sequía europea de 2022 y aumentó la probabilidad de la sequía actual en América del Norte en 42 por ciento.
En tanto, advierte, la deforestación, la expansión urbana y las prácticas agrícolas insostenibles agravan aún más el riesgo de sequía, al degradar los ecosistemas y los recursos hídricos.
Y los costos económicos de la sequía, alerta, aumentan globalmente a una tasa anual de 3 a 7.5 por ciento.
“Dado que la escasez de agua limita sectores enteros y perturba el comercio, la OCDE proyecta que una sequía promedio en 2025 será al menos el doble de costosa que en el año 2000.
“Mientras que para 2035 se espera que los costos sean al menos un 35 por ciento más altos que en la actualidad”, detalla.
“La agricultura es el sector más afectado: en años particularmente secos, el rendimiento de los cultivos puede disminuir hasta 22 por ciento, mientras que duplicar la duración de la sequía podría reducir la producción de cultivos clave como la soja y el maíz hasta en un 10 por ciento”.
Por si fuera poco, añade, las sequías pueden reducir en más de 25 por ciento la producción hidroeléctrica, lo que afecta las cadenas de suministro y la disponibilidad energética.