- Personal del Gobierno de la CDMX retiraron el campamento de tolerancia al consumo de cannabis que se encontraba afuera de la estación del Metro Hidalgo.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- Personal del Gobierno de la Ciudad, custodiados por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), retiraron el campamento de tolerancia al consumo de cannabis que se encontraba afuera de la estación del Metro Hidalgo.
Integrantes de la Comuna 4:20 afirmaron que se trató de un acuerdo con autoridades para mudar el espacio a la Glorieta Simón Bolívar, frente a la estación del Metrobús Violeta.
“No estamos retirando la protesta, simplemente se trasladó a otro lugar, elegido junto con Gobierno, para que sea un espacio seguro para todos.
“Querían retirarnos, pero se llegó a un acuerdo para trasladarnos al que será el primer espacio permitido por Gobierno, ya que estos espacios sólo están tolerados”, dijo a REFORMA Abigail Esparza.
La protesta, afirman, se mantendrá afuera del Metro Hidalgo únicamente con mesas de información, mientras que el consumo de mariguana en la Glorieta tendrá un horario de 8:00 a 20:00 horas.
César Cravioto, Secretario de Gobierno, llamó a los ciudadanos que ocupan estas zonas a cuidarlas para evitar que en ellas se cometan ilícitos.
“Lo que queremos es que estos lugares cumplan su función, que es garantizar el consumo lúdico de la cannabis, pero que no se vuelvan espacios de venta y violencia; que los propios colectivos cuiden los espacios junto al Gobierno de la Ciudad”, declaró.
El funcionario agregó que el nuevo punto 4:20 estará vigilado por personal de la SSC y se retirarán progresivamente hasta que se compruebe que es seguro para consumidores y habitantes de la zona.
De igual manera, el Gobierno capitalino informó por la tarde de ayer que los espacios de la Estela de Luz y el Museo de Memoria y Tolerancia también fueron reubicados.
VOCES ENCONTRADAS
Cuatro vendedoras de un puesto de comida instalado sobre la acera de la Avenida Hidalgo se manifestaron a favor debido a que, según ellas, a menudo se producían riñas y peleas entre las personas que acudían a consumir cannabis.
Sin embargo, otra comerciante negó que existiera inseguridad o violencia por la presencia de la Comuna 4:20, aunque sí afirmó que las ventas bajaron desde que se instalaron.
Por su parte, tres jóvenes consumidores de cannabis dijeron a REFORMA que el sitio se convirtió en un lugar de encuentro e intercambio cultural, por lo que celebraron que se haya tomado la decisión de elegir un espacio más seguro.
“Venimos una vez al mes y nunca nos tocó ver una pelea, la bandita tiene un acuerdo de no agresión y busca cuidarlo para que se mantenga”, comentaron.