- Lindsay Lohan celebra tener un mundo de posibilidades por delante tras una década alejada de los grandes proyectos de Hollywood.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- La turbulenta adolescencia de Lindsay Lohan, marcada por adicciones, rehabilitaciones y detenciones, eclipsó mucho tiempo lo que construyó una estrella que se comió la pantalla con éxitos como Juego de Gemelas (1998) o Chicas Pesadas (2004).
Hoy, a sus 39 años, que regresa en grande con la película Otro Viernes de Locos (que estrenará mañana) en cines, le neoyorquina celebra tener un mundo de posibilidades por delante tras una década alejada de los grandes proyectos de Hollywood.
“Estoy muy contenta de que esta primera película de mi regreso sea con Jamie (Lee Curtis) y Disney (conde comenzó como artista infantil). Siento que he cerrado el círculo, y creo que el mundo está a mis pies ahora”, compartió Lohan en entrevista.
Parte fundamental de su transformación personal ha sido la llegada de su primogénito, Luai, de dos años, y su rol como madre junto a su esposo, Bader Shammas.
“Creo que como madre ves el mundo de otra manera. Todo se vuelve más divertido, pero también surge un nuevo miedo, porque ahora tienes a alguien más a quien proteger”, confesó.
Esa nueva faceta también se refleja en su papel en Otro Viernes de Locos, pues en esta secuela, 22 años después de la original, encarna a una Anna madura, que enfrenta los retos de criar a una hija adolescente mientras intenta mantener a su familia unida.
“Pude aportar muchas emociones y experiencias que vivo como madre. Nunca había interpretado a una antes, así que fue una oportunidad especial. Ahora tengo una idea más clara de hasta dónde puedo llegar en este tipo de personajes”, afirmó.
EXPLORAR COSAS NUEVAS
La actriz alcanzó la fama internacional a los 11 años, y desde entonces la comedia ha sido el eje central de su trayectoria, con títulos como Herbie a Toda Marcha (2005) o Golpe de Suerte (2006).
Con una madurez evidente, la también cantante se dijo lista para los nuevos retos en la industria que le permitan salir de su zona de confort y explorar lo desconocido.
“Siempre leo el guion y pienso en cómo me hace sentir el personaje. Últimamente, me he dado cuenta de que, si tengo que hacer pausas mientras lo leo o lo dejo a un lado, probablemente no es para mí.
“Antes me obligaba a seguir adelante, pero ahora, si leo algo muy rápido y no puedo soltarlo, sé que es porque hay algo ahí que no he hecho antes y que me atrae profundamente”, explicó.
EL EQUILIBRIO
Mientras se adapta a la dinámica de combinar trabajo con la crianza de su hijo, Lohan también se prepara para afrontar cuestionamientos sobre su pasado, siempre con el enfoque de priorizarse a sí misma sin culpa.
“Las mujeres siempre estamos haciendo tanto por nuestras familias que olvidamos que también merecemos vivir para nosotras. Yo trato de recordarlo cada día con mi hijo.
“Cuando sea lo suficientemente mayor, le explicaré lo que hace mamá y lo que ha vivido. Pero la familia siempre será lo primero para mí”, concluyó.