- Un adolescente de apenas 14 años que había sido detenido en el municipio de Centro fue vinculado a proceso por delitos de alto impacto.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
VILLAHERMOSA, TAB.- Un adolescente de apenas 14 años que había sido detenido en el municipio de Centro fue vinculado a proceso por delitos de alto impacto.
Bajo el seudónimo Derek Jair “N” —también denominado como “El Niño Sicario”— enfrenta cargos iniciales por narcotráfico en grado de suministro y portación de arma prohibida. Las autoridades advierten que podrían integrarse otras imputaciones por su participación en secuestros, homicidios y extorsión.
La Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGE) afirma que se trata de un caso de gravedad que exige atención inmediata, para garantizar que los derechos del menor sean atendidos independientemente de su situación jurídica.
Se debe establecer un tratamiento especializado y evitar que el adolescente siga siendo coptado por grupos criminales.
El juez dictó que el joven permanezca detenido en un centro tutelar especializado mientras prosigue el proceso en su contra.
Su detención, el pasado 12 de octubre, se realizó cuando agentes de la Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca realizaban un recorrido por la la ranchería Corregidora, en el municipio de Centro, Tabasco. El menor portaba una subametralladora tipo Uzi, calibre 9 mm, que incluso intentó utilizar contra los uniformados. El arma se encasquilló, lo que permitió su aseguramiento sin que se registraran heridos.
Las autoridades también indicaron que en su teléfono celular fueron encontradas imágenes de secuestros, asesinatos y cartulinas con mensajes de amenaza.
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Derek Jair fue detenido junto con un adulto identificado como José Asunción “N” alias “El Chuncho”, conocido por ser cómplice de una de las cabecillas de un grupo delictivo cuyos integrantes aparentemente operaban en coordinación con personas ya privadas de su libertad.
Versiones de las autoridades que participan en la integración del expediente refieren que el joven de 14 años ya coordinaba funciones de vigilancia, extorsión y cobro de “derecho de piso”.
Especialistas en infancia y justicia penal alertan que en casos de este tipo si bien el menor será procesado conforme al sistema de justicia para adolescentes —con restricciones a las sanciones que aplican a adultos—, existe el riesgo de que sin atención terapéutica, educativa y social; termine recayendo en la violencia estructural.
Medidas urgentes para garantizar su rehabilitación y prevenir la reincidencia
Las autoridades de Tabasco y los defensores de derechos de la infancia coinciden en que este caso debe ser abordado no sólo como un acto de justicia, sino como una oportunidad de intervención temprana. Es vital establecer un tratamiento especializado dirigido al adolescente —que aborde su reinserción, educación, salud mental y alejamiento del crimen organizado—, además de investigar sus vínculos completos con la célula delictiva.
El Colegio de Abogados de Tabasco advirtió que recluirlo con otros adolescentes infractores sin una estrategia de rehabilitación puede convertir el centro de detención en una “escuela del crimen”.
La FGE informó que la investigación sigue abierta para determinar otros delitos que se le podrían imputan al menor; así como su papel real dentro de la estructura criminal.
Mientras tanto, el juez mantendrá al adolescente bajo custodia especializada conforme a lo previsto en la ley de justicia para adolescentes.




