- Ildefonso Guajardo, ex secretario de Economía, descartó que el gobierno de Donald Trump tome represalias y responda a las quejas de los CEOs de las grandes compañías.
 
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CIUDAD DE MÉXICO.- Ildefonso Guajardo, ex secretario de Economía, descartó que el gobierno de Donald Trump tome represalias y responda a las quejas de los CEOs de las grandes compañías.
Esto, por los efectos de la reforma judicial de México porque -dijo-, lo que quiere el Presidente norteamericano es desalentar la inversión en nuestro país.
Consideró que son “llamados a misa”, porque hasta ahora la Administración Trump no ha presionado ni se ha inconformado por la incertidumbre a la inversión que puede generar la elección de personas juzgadoras.
“(Trump) cree que lo que pierde México, por la incertidumbre en inversión, lo gana automáticamente Estados Unidos”, opinó el ex funcionario responsable de la negociación del T-MEC.
Los CEOs de Estados Unidos pidieron renovar dentro de la revisión del T-MEC la protección a todas las empresas de ese país y no sólo a un sector, por su desconfianza a un Poder Judicial ligado al gobierno.
Los CEOs demandan que el gobierno de Trump restaure el Mecanismo de Solución de Disputas Inversionista-Estado (ISDS), para que los inversionistas puedan resolver controversias con árbitros independientes y no tengan que pasar por los tribunales mexicanos.
Sin embargo, Ildefonso Guajardo recordó que fue el mismo equipo de Trump quien eliminó ese panel.
Consideró que México tiene las herramientas para responder a las presiones y seguir garantizando certidumbre.
“México, unilateralmente, puede someterse a organismos de nivel internacional, somos socios del organismo que depende del Banco Mundial. Me tocó firmarlo”, mencionó sobre cómo nuestro país puede hacer frente a la inquietud de los CEOs.
Guajardo recordó que fue el propio gobierno de Trump el que canceló el Mecanismo de Solución de Disputas Inversionista-Estado, capítulo 16 del antiguo TLCAN, cuando se firmó el nuevo T-MEC.
El también ex diputado del PRI mencionó que el gobierno de Trump tomó tal posición porque cree, de manera equivocada, que entre más difícil sea la inversión afuera, sus inversionistas más van a invertir adentro.
“Lo cual es una falacia, porque el mundo se integra en cadenas de producción, o sea, no todo lo que él pierde, él cree que el comercio y la inversión es un juego de suma cero. Y no lo es.
“Él cree que lo que pierde México por la incertidumbre en inversión lo gana automáticamente Estados Unidos. Eso es falso, eso no es cierto”, sostuvo.
Explicó que Estados Unidos le quitó protección a aquello que Trump no quería incentivar que se invirtiera fuera de Estados Unidos.
Por eso, detalló, el T-MEC se quedó con un capítulo reducido de protección de inversiones, pero que sólo protege a aquellos que dependen de regulación gubernamental, como son las concesiones gubernamentales, como energía, gas y petróleo, y perdió protección la manufactura.
Opinó que es bueno que los líderes de las compañías más importantes de Estados Unidos alcen la voz con su gobierno para que las empresas sean protegidas ante lo que consideran la “politización” del Poder Judicial.
Dijo, no obstante, que son los mexicanos los que más deberían expresar tal preocupación.
“El gobierno tiene una solución para aplacar sus dudas, sin verse obligado a darle reversa a la reforma judicial, que realmente nos debería preocupar a los mexicanos, no necesariamente a los extranjeros”.




