- Claudia Sheinbaum señaló que todavía falta para encontrar un producto que sustituya al glifosato, y afirmó que se tiene que encontrar lo más pronto posible.
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CIUDAD DE MÉXICO.- La Presidenta Claudia Sheinbaum señaló que todavía falta para encontrar un producto que sustituya al glifosato, y afirmó que se tiene que encontrar lo más pronto posible.
“Todavía falta. La sustitución de algún producto de este tipo tiene que ver con varios temas, también tiene que ver con el costo y con la posibilidad de producir en serie.
“Seguimos trabajando en ello, más con los resultados que hubo recientemente, de un estudio que en realidad no fue cierto, que así se informó hace algunas semanas, es evidente que tenemos que encontrar un sustituto lo más pronto posible para poder mejorar la salud de todas y de todos”, señaló.
La Presidenta apuntó que la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) es la que busca el sustituto, y destacó que también en otros países se busca una solución.
“En eso está trabajando la Secretaría de Ciencia y Tecnología, y muchos grupos de investigación, en México y en otros lugares del mundo”, afirmó.
La influencia de la IP en la generación de evidencia científica sobre que el glifosato es seguro para la salud humana y no carcinógeno habría sido señalada por la revista académica Regulatory Toxicology and Pharmacology, la cual retractó un artículo al respecto publicado en el 2000, por falta de ética, integridad e independencia autoral.
En el sitio web del artículo, la revista reveló que Monsanto Company, empresa que introdujo el glifosato al mercado en 1974, probablemente contribuyó a la redacción de la publicación científica y jamás se reportó, de acuerdo con correspondencia revelada en litigios en EU.
Expertos consultados por REFORMA señalaron que, en el marco de la revisión del T-MEC, las pruebas del conflicto de intereses en una referencia global del tema fortalecería las disputas entre México y EU acerca de posibles restricciones a las importaciones del herbicida más popular del mundo y del maíz transgénico.
Inclusive temen que la retracción del artículo “Evaluación de la seguridad y valoración del riesgo del herbicida Roundup y su ingrediente activo, glifosato, para los humanos” dé argumentos a Gobierno de México para reanudar una ofensiva contra el herbicida y hasta una prohibición abrupta, lo que desplomaría los rendimientos del maíz.
En septiembre pasado, el Consejo Nacional Agropecuario informó que llegó a un acuerdo con el Gobierno federal a fin de no prohibir el glifosato hasta que exista algún químico igual de eficaz y barato contra las plagas del maíz y reiteró que las nuevas prohibiciones a plaguicidas peligrosos requieren acompañamiento técnico y deben ser graduales.
Agricultores consideran que el miedo al glifosato ha agudizado la asimetría entre el campo mexicano y el estadounidense, pues llevó a la prohibición del cultivo del maíz transgénico, una variedad modificada del maíz que es resistente al herbicida, es decir, no se quema si se le aplica, generando mejores rendimientos en el país vecino.
En el 2020, el Gobierno intentó prohibir el glifosato -el herbicida más popular a nivel mundial por ser barato y eficiente- mediante un decreto que entraría en vigor en abril del 2024, medida a la que se dio marcha atrás en marzo del año pasado ante las advertencias de los productores y fabricantes de agroquímicos por riesgos a la producción agrícola.
El glifosato es foco de polémica debido a que, en el 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS advirtió que podría ser cancerígeno, pero al año siguiente un informe conjunto de la OMS y la ONU determinó que no existía evidencia suficiente al respecto. También se le ha vinculado con daños medioambientales.




