- Jamie Lee Curtis, desde su punto de vista, la cirugía plástica ha desfigurado a las mujeres y su impacto lo compara con el de “genocidio”.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Jamie Lee Curtis tiene clara su postura frente a la cirugía plástica. Desde su punto de vista ha desfigurado a las mujeres y su impacto lo compara con el de “genocidio”.
“He usado esa palabra durante mucho tiempo y la uso específicamente porque es fuerte. Creo que hemos aniquilado una o dos generaciones de la apariencia humana natural.
“El concepto de que se puede alterar la apariencia mediante productos químicos, procedimientos quirúrgicos, rellenos… hay una desfiguración de generaciones, predominantemente mujeres, que están alterando su apariencia”, consideró la ganadora del Óscar en una entrevista para The Guardian.
La actriz, quien recientemente vino al País a promocionar Otro Viernes de Locos (Freakier Friday), agregó que la Inteligencia Artificial favorece a esta industria, pues ahora la gente quiere un rostro con filtros para lucir perfectos.
“En cuanto me pongo un filtro y veo el antes y el después, es difícil no pensar: ‘Bueno, eso se ve mejor’. Pero ¿qué es mejor? Mejor es falso. Y hay demasiados ejemplos, no los nombraré, pero recientemente hemos sufrido una gran avalancha mediática, con muchas de esas personas”, agregó Curtis, famosa por la franquicia Halloween.
Como parte de su pronunciamiento, realizó una sesión de fotos con el medio británico, en el que utilizó unos labios de plástico enormes y una peluca rubia.
“Los labios de cera son mi declaración contra la cirugía plástica. He denunciado abiertamente el genocidio de una generación de mujeres por parte del complejo industrial cosmecéutico, que se han desfigurado. Los labios de cera realmente lo demuestran”, aclaró su decisión de usar estos accesorios a través de sus publicistas.
“Hay muchísimas actrices a las que les encanta disfrazarse, a las que les encanta la ropa, a las que les encanta la moda, a las que les encanta ser modelo. Lo odio. Siento que tengo que luchar con tu idea de mí contra la mía. Porque me he esforzado mucho por establecer quién soy, y no quiero que tú. He luchado con eso toda mi vida”, aseveró Jamie Lee, de 66 años.
A pesar de su postura, considera que las mujeres que se han hecho algún arreglo no deben sentirse juzgadas en su presencia.
“No. No. Porque no me importa. No importa. No les estoy haciendo proselitismo. Jamás diría una palabra. Jamás le diría a nadie: ‘¿Qué te has hecho?’. Solo sé que es un ciclo sin fin. Eso lo sé. Una vez que empiezas, no puedes parar. Pero no me corresponde dar mi opinión; no es asunto mío”, indicó.
OLVIDADOS POR SU EDAD
Jamie Lee Curtis también habló sobre cómo Hollywood se niega a que sus estrellas envejezcan, y como ejemplo están sus padres Tony Curtis y Janet Leigh, cuyas carreras vio su máximo esplendor, pero también su ocaso.
“Vi a mis padres perder lo que les dio fama, vida y sustento cuando la industria los rechazó a cierta edad. Los vi alcanzar un éxito increíble y luego cómo se desvanecía poco a poco hasta desaparecer. Y eso es muy doloroso”, indicó.
Por ello, la estrella de Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo (Everything Everywhere All at Once) se ha estado preparando para el retiro desde hace tiempo.
“He estado jubilándome por 30 años. Me he estado preparando para salir, para no tener que sufrir lo mismo que mi familia. Quiero irme de la fiesta antes de que ya no me inviten”.
MANTIENEN SU AMISTAD
Lindsay Lohan, su coprotagonsita en Otro Viernes de Locos, se ha visto envuelta en la polémica por los cambios notables en su rostro a pesar de tener 39 años, aunque ella ha negado haberse operado.
En cuanto a su mentoría con ella, se mantiene al margen.
“Soy mandona, muy mandona, pero intento ocuparme de mis propios asuntos. No necesita mis consejos. Es una mujer inteligente, creativa y plenamente funcional. En privado, me ha hecho preguntas, pero nada que vaya más allá de lo que se le podría preguntar a una amiga mayor”.
Eso sí, han mantenido una relación estrecha desde que trabajaron juntas en Viernes de Locos (2003).
“Sentí un enorme cariño maternal por Lindsay después de la primera película, y seguí sintiéndolo. Cuando venía a Los Ángeles, la veía. Seguimos siendo amigas, y ahora somos una especie de colegas. Siento menos cariño maternal hacia ella porque ahora es mamá y no necesita mi cariño maternal, y, obviamente, tiene una madre: Dina es una abuela estupenda”.