- Mon Laferte se considera una “todóloga inventada” al incursionar en el teatro musical como Sally Bowles en Cabaret.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Mon Laferte se considera una “todóloga inventada” al incursionar en el teatro musical como Sally Bowles en Cabaret, donde se reencontró consigo misma: una mujer libre, política y vulnerable.
La primera vez que Norma Monserrat Bustamante Laferte (su nombre real) asistió a un espectáculo de cabaret tenía 18 años; hace un año vio la obra en Londres y posteriormente disfrutó de la actuación de Cassandra Sánchez-Navarro en México.
“Me gusta hacer todo y el teatro ha venido un poco a recordarme también por qué estoy haciendo esto. Todo el tiempo creando porque me gusta y lo amo, pero me veo de frente con Sally y digo ‘entiendo todo esto’.
“Mi versión más joven estaba en el mismo lugar de Sally buscándome la vida, siendo alocada, indiferente, encantadora, queriendo tener un nombre, ser reconocida y enamoradiza”, dijo Laferte, en entrevista desde su camerino, llamado Olivia Bucio.
Bajo la producción de Daniela Romo, Diego Luna, Claudio Carrera, Daniel Villafañe, Daniel Fierro y la finada Tina Galindo, desde el debut de la cantante, el pasado 11 de julio, se ha registrado lleno total en el Teatro de los Insurgentes con sus “Monlovers” o “Mon Lafertistas”.
Originalmente serían 20 funciones, pero debido a la demanda el número aumentó y tiene programado presentarse los fines de semana de agosto, y del 4 al 7 de septiembre en el recinto.
Al ser su primera vez en el entarimado, Laferte se comprometió al 100 por ciento con un entrenamiento teatral de dos meses con lecciones de actuación, trabajo corporal, canto escénico y ensayos de dicción.
“No siento que me haya convertido en actriz, para nada, pero me preparé mucho con todo el equipo. Siendo muy autocrítica, siento que no he terminado de crear el personaje, todavía hay un camino y no sé en qué momento uno dice ‘ya está’, tal vez nunca sucede eso.
“A mí me pasa con la música, soy muy exigente y autocrítica. De pronto, no me queda otra que abandonar el disco porque siempre creo que lo puedo mejorar, pero llega un momento que dices ‘esto es lo mejor que puedo hacer hoy y lo voy a dejar ir’, y con la actuación es un poco eso”, reflexionó la cantante chilena, naturalizada mexicana.
Una de sus peticiones al director Mauricio García Lozano fue que sea duro con ella para que la acompañe en su búsqueda hasta llegar a una mejor versión de Sally y así poder conectar más con la gente.
Para vivir la fantasía de “la vida es un cabaret”, la cantante decoró su camerino con estolas verdes y naranjas que enmarcan su espejo al estilo Hollywood, donde pegó sus dibujos y fotografías. También colocó plumas, telas con texturas brillosas que trajo de su casa para que resalten su orquídea y sus arreglos de rosas.
Laferte no solo actúa en Cabaret, también dialoga con su pasado, desafía al presente y amplía su lenguaje artístico para llevar el teatro al terreno de sus conciertos.
El musical viene acompañado de su lado más vedette en el que le echa más sal a sus heridas para plasmarlas en Femme Fatale, disco que sacará próximamente.
“El concepto de Femme Fatale iba a ser muy teatral y cuando vi Cabaret en Londres me voló la cabeza y dije ‘amo esto porque es todo lo que quisiera hacer en mi próxima etapa’. La gira tendrá aspectos teatrales y juntaré estos dos mundos”, adelantó.
En conjunto con Conociendo Rusia, Laferte recién lanzó “Esto es Amor”, tema que tiene una base de soul y una estética que prioriza lo analógico con Roberta Flack y Bill Withers como referentes.
Desde el escenario, la maternidad, la música y el teatro convergen en una versión más completa y valiente de sí misma, y después de su próxima gira, Laferte anhela seguir haciendo teatro.