- La mitad del país aprueba a sus mandatarios, la otra mitad no. Calificación promedio nacional: 48.3%.
FELIPE VILLA
CIUDAD DE MÉXICO.- De cara a los informes anuales de gobierno que se rinden durante los primeros días de septiembre en las 32 entidades del país, las gobernadoras y gobernadores llegan con una aprobación ciudadana promedio de 48.3 por ciento, de acuerdo con las encuestas más recientes de Consulta Mitofsky publicadas en el diario El Economista.
La cifra muestra un ánimo ciudadano mesurado, sin mayorías contundentes y con una ligera ventaja para los mandatarios de oposición frente a los afines a Morena.
El balance de los primeros seis meses de 2025 refleja estabilidad en la evaluación: el promedio nacional fluctuó entre 48.1 y 48.5 por ciento, con su nivel más bajo en abril, y una recuperación marginal hacia junio.
En esa tendencia destacan como mejor posicionados Mara Lezama, de Quintana Roo; Clara Brugada, de la Ciudad de México; y Ricardo Gallardo, de San Luis Potosí, quienes han encabezado el ranking en distintos momentos del semestre con niveles superiores al 53 por ciento.
También lograron mantenerse en el grupo de los mejor evaluados Tere Jiménez en Aguascalientes, Julio Menchaca en Hidalgo, Mauricio Kuri en Querétaro, Lorena Cuéllar en Tlaxcala y, más recientemente, Pablo Lemus en Jalisco y Manolo Jiménez en Coahuila.
En contraste, Tabasco, Zacatecas y Tamaulipas se colocaron de manera recurrente entre las entidades con menores índices de aprobación.
Javier May, David Monreal y Américo Villarreal, todos de Morena, se mantienen por debajo del 44 por ciento, con una tendencia que, lejos de revertirse, ha reforzado la percepción de rezago en sus gestiones.
En abril, incluso otras gobernadoras morenistas como Evelyn Salgado en Guerrero y Layda Sansores en Campeche aparecieron entre los tres niveles más bajos.
Los datos confirman que, de manera sostenida, los mandatarios de oposición obtienen promedios más altos de aprobación que los cercanos a la Cuarta Transformación.
En abril, la diferencia fue de 1.3 puntos, y en junio alcanzó poco más de dos puntos, lo que revela un comportamiento consistente en las percepciones ciudadanas.
A lo largo del primer semestre, algunos gobernadores lograron mejoras notables. En junio, Tere Jiménez repuntó más de dos puntos, mientras que Manolo Jiménez y Pablo Lemus consolidaron una tendencia ascendente.
Estos movimientos sugieren que la aprobación puede ser sensible a factores coyunturales, como programas sociales, seguridad pública o incluso la comunicación política más activa en meses previos a los informes.
Así, con la mirada puesta en sus informes anuales, la fotografía que ofrecen las encuestas nacionales muestra a los mandatarios locales frente a un electorado dividido, con una opinión pública que oscila entre el reconocimiento a gestiones con crecimiento turístico o económico, y la desaprobación en territorios marcados por la inseguridad y las carencias sociales.
La media nacional de 48.3 por ciento simboliza esa dualidad: un respaldo que no es rechazo abierto, pero que tampoco representa una confianza mayoritaria hacia quienes gobiernan los estados.