José Réyez
La Secretaría de la Defensa cuenta con una fuerza operativa especializada, bajo el mando de la Subsección de Contraterrorismo de la Sección Segunda (Inteligencia) del Estado Mayor Conjunto con capacidad de combate a emergencias que involucren sustancias de tipo químico, biológico, radiológico, nuclear y explosivos combinados (QBRE).
La fuerza operativa se complementa con una Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres con personal de la Guardia Nacional en materia de adiestramiento, organización y administración de un área contaminada.
Incluye reconocimiento y organización de una zona de descontaminación, capacitación de agentes QBRE, búsqueda y aseguramiento de fuentes radiactivas, operación de sistemas de descontaminación masiva de víctimas.
Así como capacitación en el empleo de equipos de detección de sustancias químicas, biológicas, radiológicas y explosivos, participación en diferentes ejercicios: Ardent Defender, Fuerzas Amigas, Vibrant Esponse, Ardent Sentry. Raven’s Challenge, para estandarizar técnicas y procedimientos para trabajar de manera conjunta con fuerzas armadas de Estados Unidos.
En el documento confidencial Armas de Destrucción Masiva, la Sedena señala que mantiene actualizados los procedimientos para responder de manera eficaz y oportuna ante eventos naturales y/o antropogénicos que involucren agentes QBRE.
Advierte que lleva a cabo adiestramiento mediante el efecto multiplicador en el Grupo de Respuesta a Emergencias, así como con las autoridades correspondientes que atienden este tipo de incidentes y accidentes que realizan actividades de respuesta afines.
En el anexo del documento confidencial, denominado Apoyo [de la] Guardia Nacional, Traslado de material radiactivo/nuclear, la Sedena detalla la lista de eventos en los que ha participado la Guardia Nacional en operaciones de traslado de combustible nuclear, traslado de material radiactivo de alta peligrosidad, e incidentes con material radiactivo en varios estados de la república.
Solo entre 2019 y 2020, destacan los operativos de traslado de combustible nuclear uranio 235, y cobalto 60 en aduanas y aeropuertos de los estados de Nuevo León, San Luis Potosí, Estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Sinaloa, Chiapas, Veracruz y Querétaro, para empresas e instituciones públicas y privadas.
Mientras que durante 2013 y 2017, se registraron varios robos de material radiactivo Cobalto 60, Américo 241, Berilio y Celsio 137, e Iridio 192 en Hidalgo, Estado de México, Guanajuato, Tabasco, Querétaro, Sonora y Jalisco.
Fase de respuesta a incidentes
Para responder de forma segura a las amenazas, el documento de la Sedena plantea cómo organizar el área del incidente, para administrar los recursos disponibles y las actividades que se realicen dentro del área de emergencia, denominada Zona caliente (punto exacto de la emergencia), zona tibia y zona fría
Señala que, entre los temas más preocupantes para la comunidad internacional, se encuentra el tráfico ilícito, el desarrollo, la producción, el empleo y proliferación de armas de destrucción masiva, ello como consecuencia de actos terroristas que han tenido lugar en diferentes países y por su potencial para causar devastación.
El termino Armas de Destrucción Masiva o ADM por su acrónimo es definido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como armas atómicas explosivas, armas de material radiactivo, armas letales químicas o biológicas y cualquier arma desarrollada que tenga las características comparables en sus efectos destructivos a los de la bomba atómica.
Los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos crearon un cambio paradigmático en la seguridad nacional y global, con lo cual “se incrementó el rango de amenazas que pasaron al ámbito de lo creíble, incluyendo la aspiración de grupos terroristas por fabricar o adquirir armas de destrucción masiva, químicas, biológicas, radiactivas y explosivos combinados (QBRE)”.
Asimismo, la disponibilidad de información en internet, los avances en la ciencia y tecnología, así como la posible sustracción, desvío o tráfico ilícito de materiales QBRE, “hacen que esta aspiración sea cada vez más realista”, refiere el documento de la Sedena.
CANDESTI
Mediante Acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional se creó un Comité Especializado de Alto Nivel en Materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales (CANDESTI), como un órgano auxiliar del Consejo para actuar como Autoridad Nacional responsable de coordinar las acciones del Poder Ejecutivo Federal en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacional.
En esta tesitura, al ser la Guardia Nacional miembro integrante del CANDESTI, y de conformidad a la Ley de Seguridad Nacional, propondrá la conformación de comités especializados, como lo es el CANDESTI, con el objetivo de atender actividades relacionadas al combate de las Amenazas a la Seguridad Nacional y a la atención integral de cada uno de los temas previstos en la Agenda Nacional de Riesgos (ANR).
El CANDESTI actúa como Secretaría General del comité Conjunto de la Defensa Nacional y el Grupo de Respuesta a Emergencias y tiene como coadyuvantes Unidades del Ejército y Fuerza Aérea como responsables operativos en caso de tráfico o desvío de QBRE.
Lo anterior, a través de las etapas de detección y mitigación frente a 10 escenarios de amenazas a la seguridad nacional: sabotaje, actos tendientes a destruir o inhabilitar la infraestructura estratégica, o que atenten contra las seguridades pública y nacional, desvío o tráfico ilícito de material QBRE, atención a incidentes que involucren material químico, biológico, radiactivo o nuclear, material explosivo.
Así como amenazas que atenten contra la seguridad de personal diplomático, irrupción a instalaciones estratégicas del Estado con material biológico, irrupción a instalación con material radiactivo o nuclear y actos en contra de la seguridad en eventos masivos o de alto impacto.