- Un juez federal reactivó la teoría del “segundo tirador” al determinar que hay elementos para juzgar al ex agente del Cisen, Jorge Antonio Sánchez Ortega, por el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Un juez federal revivió, después de tres décadas, la teoría del “segundo tirador” al resolver que existen elementos para abrir un juicio a Jorge Antonio Sánchez Ortega, ex agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), por el magnicidio de Luis Donaldo Colosio.
Daniel Marcelino Niño Jiménez, Juez Cuarto de Distrito en Materia Penal de Toluca, dictó ayer la formal prisión al ex agente de inteligencia por el delito de homicidio calificado, en la hipótesis de coautoría con Mario Aburto.
La decisión del juzgador implica que el acusado se quede internado durante el juicio en el penal del Altiplano, ya que el delito por el que ha sido procesado tiene prevista la prisión preventiva de oficio.
El pliego de consignación contra Sánchez Ortega fue integrada por la Fiscalía del Caso Colosio, a cargo de Abel Galván, quien fuera subprocurador de Baja California en el Gobierno de José Guadalupe Osuna (2007-2013).
A diferencia de un Juez que en 2023 y 2024 las desestimó por “inducidas” y “circunstanciales”, Niño validó dos pruebas que incorporó la gestión del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y que son la piedra angular de la nueva teoría del “segundo tirador”.
Una es el testimonio de Leticia Ortiz, compañera de trabajo de Mario Aburto en la fábrica de plástico Camero Magnéticos, en la Mesa de Otay. Esta mujer declaró en 1998 que Aburto fue visitado tres veces en su centro de trabajo por un sujeto al que describió para un retrato hablado.
Veinticinco años después, ella identificó en una foto al ex agente del Cisen como la persona que visitaba a Aburto, previo al magnicidio.
El otro indicio que validó es un peritaje de 2023 que concluye que la chamarra de Sánchez tiene una partícula de GSR (plomo, bario o antimonio) en la zona frontal de la manga izquierda, en la franja media, y en la frontal media del lado derecho de la chamarra, lo que supondría que accionó un arma.




