- Un análisis del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados revela a Cancún y Chetumal como las metrópolis con mayor dinamismo económico, social y cultural del país.
FELIPE VILLA
CIUDAD DE MÉXICO.- Las ciudades quintanarroenses de Cancún y Chetumal se revelan como las metrópolis con mayor dinamismo económico, social y cultural del país, de acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.
La investigación “¿Cómo se Vive en las Metrópolis en 2020? Propuesta Analítica” distingue a las dos ciudades por constituir uno de los polos de desarrollo de toda la República. Tanto Cancún como Chetumal destacan por ser receptoras de población económicamente activa de otras regiones del país, por contar con una población mayoritariamente joven y por diferenciarse en materia religiosa.
Ambas ciudades, además, no se cuentan dentro de las más populosas. Por ello, no tienen problemas asociados a la sobrepoblación, como la mayoría de las metrópolis mexicanas. Cancún se ubica hasta el tercer grupo de ciudades más pobladas de México al contar con 934 mil 189 habitantes, mientras que Chetumal se coloca hasta el cuarto grupo, con 233 mil 648 habitantes.
Ambas se encuentran muy lejos del primer grupo de ciudades que encabeza la Zona Metropolitana del Valle de México con más de 21 millones de habitantes.
Al mismo tiempo, las dos ciudades quintanarroenses sí gozan de las ventajas de las grandes metrópolis, como la conectividad en telecomunicaciones e internet, los servicios educativos de calidad y los servicios públicos de alumbrado, gas, agua potable y drenaje, de acuerdo con la investigación.
De todo el país, Cancún es la ciudad con menos adultos mayores de 60 años, tanto en valores absolutos como en valores relativos. Son 13 mil 840 y representan apenas el 6.5 por ciento de la población. Es decir, porcentualmente es la ciudad con la mayor población económicamente activa.
Este destino turístico también es la ciudad con más cantidad de población proveniente de otras entidades de la República. Es líder tanto en términos absolutos como relativos. En la ciudad hay 657 mil 498 habitantes provenientes de otras regiones del país. Representan el 57.9 por ciento de la población.
En este indicador, Cancún está muy por encima de otras ciudades como Tijuana, Baja California, la ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos más poblada, y de otras con atractivo económico o turístico, como Puerto Vallarta, Jalisco; Querétaro, Querétaro, y la propia Ciudad de México.
Chetumal también es líder en población nacida en otra región del país. A nivel nacional ocupa el sexto sitio en este indicador, con 54 mil 449 nuevos habitantes, que representan el 33.4 por ciento del total.
Con respecto de indicadores religiosos, tanto Cancún como Chetumal se encuentran dentro de la lista de 10 ciudades con menos personas que profesan la religión católica. Mientras que a nivel nacional el catolicismo es la religión con más adeptos, Cancún y Chetumal ocupan los lugares segundo y tercero de toda la República con menos católicos, sólo por debajo de Tapachula, Chiapas.
En Cancún sólo el 55.1 por ciento de la población se asume católica, mientras que en Chetumal el 56.6 por ciento. La disminución del catolicismo en Cancún se tradujo en un aumento de la población sin religión. Se trata del 23.3 por ciento del total de habitantes. Con 217 mil 666 personas que no profesan culto alguno es, por mucho, la primera ciudad de todo el país en este rubro.
Chetumal también cuenta con una población importante sin religión. Se trata del 21.8 por ciento del total. Pero también pasó a ocupar el octavo lugar entre las ciudades con más población de confesión evangélica o protestante. El 21.1 por ciento de los chetumaleños se identifican con este culto.
Varios problemas acechan las dos ciudades quintanarroenses, como a las del resto del país. De acuerdo con el estudio, “los gobiernos en sus diferentes niveles enfrentan innumerables desafíos que incluyen la desigualdad, la contaminación, la pobreza extrema, el crimen del fuero común, o el combate al crimen organizado con cada vez más presencia, el incremento del consumo de drogas, y la violencia feminicida, entre muchos otros”. El documento señala que “la población de las metrópolis de México ha aprendido a desarrollarse en medio de fuertes contradicciones y carencias, en contextos de fuerte rezago institucional. Estas metrópolis continúan creciendo con una fuerza que parece que no se detendrá si no se toman las medidas pertinentes”.
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