NIDO DE VÍBORAS

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Nido-P

POR KUKULKÁN

LOS DOS últimos movimientos en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador tienen implicaciones en la percepción política del estado de Quintana Roo, y muy especialmente en las decisiones que se asumirán para la sucesión de gobernador o gobernadora en 2022. Por un lado, la renuncia de Olga Sánchez Cordero de la Secretaría de Gobernación para irse a dirigir la Mesa Directiva del Senado de la República vino a truncar toda posibilidad de que ese cargo lo asumiera Marybel Villegas Canché quien en la víspera —como siempre muy adelantada— ya se veía ocupando esa silla. 

EL ANHELO de la senadora quintanarroense por alcanzar ese cargo perseguía el objetivo de reposicionarse como la aspirante fuerte a ocupar la candidatura de Morena a la gubernatura, luego de su derrota en la selección interna para la postulación a la presidencia municipal del Benito Juárez que le ganó su contrincante Mara Lezama, quien al obtener su reelección en las urnas se convirtió en la aspirante más fuerte para la sucesión. 

EL NIVEL de la Mesa Directiva, pensó equivocadamente Marybel, le daría margen de maniobra con el Presidente para seguir viva en la contienda, pero al no lograr su designación porque de plano el cargo le quedaba holgado, se creció ante la adversidad y salió a decir lo de siempre, que está más firme que nunca para buscar la candidatura aunque está claro que todo dependerá de los amagues de su padrino, un disminuido Ricardo Monreal que no pudo ayudarle en la candidatura para la presidencia municipal de Benito Juárez, tampoco encumbrarla en el senado, por un manotazo en la mesa de Andrés Manuel López Obrador.

Y CON la renuncia de Julio Scherer, confirmada en la mañanera de este jueves 2 de septiembre, corrió como pólvora entre la clase política quintanarroense la intuición de que este movimiento representaba un duro golpe en la línea de flotación de la alcaldesa electa Mara Lezama y sus aspiraciones a contender por la candidatura de Morena a la gubernatura, en el supuesto entendido de que el ex consejero jurídico presidencial era su principal impulsor: En los próximos meses, habrá que ver hacia dónde se moverán las aguas. 

LO QUE SÍ quedó claro es que, congruente con lo que dice y hace, el Presidente no permitirá que grupos facciosos se apoderen del partido que lo llevó al poder y que en su concepción de la política no hay “amigos” sino causas a seguir, porque Scherer más que su amigo es su “hermano” y aun así prescindió de él. El error tanto de Marybel como de Mara es estar metidas de lleno en una carrera por la gubernatura olvidando que fueron electas, una para senadora por seis años y la otra para alcaldesa por un segundo periodo de tres años.

DESDE esas posiciones es donde deben estar trabajando duramente porque de lo contrario parecieran estar despreciando no sólo el cargo sino a los cientos de miles de quintanarroenses que las eligieron para esos menesteres. Lo de la gubernatura ya vendrá por añadidura, como reconocimiento al trabajo que desempeñen; aquí no se trata de andar pregonando quién de las dos es más “amiga” o está más cercana al Presidente porque él mismo los ha dicho repetidamente: “el pueblo pone y el pueblo quita”. 

SON LOS nuevos signos de la política del gobierno de la Cuarta Transformación y eso debe correr por las venas, transpirarse, no traerlo nada más como maquillaje. Si López Obrador obtuvo el voto mayoritario de los mexicanos fue por su visión de devolverle el poder al pueblo, como en una auténtica democracia, donde los funcionarios deben ser sólo empleados no virreyes que llegan nada más para hacer negocios y enriquecerse. Eso ya no lo permitirán los gobernados.

@Nido_DeViboras