- Desde el inicio de la invasión rusa al 10 de marzo a las 11:00 horas (tiempo local), 71 niños resultaron muertos y más de 100 heridos.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
KIEV, UCRANIA.- Al menos 71 niños han muerto en Ucrania desde el inicio de la ofensiva rusa el 24 de febrero, denunció el jueves Liudmyla Denisova, encargada de derechos humanos en el Parlamento ucraniano.
“Desde el inicio de la invasión rusa al 10 de marzo a las 11:00 horas (tiempo local), 71 niños resultaron muertos y más de 100 heridos”, indicó en un comunicado enviado a través de Telegram.
El miércoles, el bombardeo a un hospital de maternidad en Mariupol dejó tres muertos, uno de ellos una niña, según fuentes municipales.
En Malyn, en el oeste, cinco personas murieron, tres de ellas niños, cuando siete casas fueron bombardeadas, dijo Denisova, quien citó varios ejemplos de ataques rusos en los que hubo niños fallecidos, publicó la agencia AFP.
Por su parte, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, aceptó el jueves los llamados a una investigación internacional de crímenes de guerra contra Rusia, citando las “atrocidades” de bombardear a civiles, incluido un hospital de maternidad.
Hablando junto al presidente de Polonia, Andrzej Duda, en una conferencia de prensa en Varsovia, donde está demostrando el apoyo de Estados Unidos a los aliados del flanco este de la OTAN, Harris expresó su indignación por el bombardeo del hospital de maternidad y las escenas de evacuación de mujeres embarazadas ensangrentadas, así como otros ataques sobre civiles.
Sin embargo, no llegó a acusar directamente a Rusia de haber cometido crímenes de guerra.
“Absolutamente debería haber una investigación, y todos deberíamos estar atentos”, dijo Harris, señalando que Naciones Unidas ya ha iniciado un proceso para revisar las denuncias.
“No tengo dudas de que los ojos del mundo están puestos en esta guerra y en lo que Rusia ha hecho en términos de esta agresión y estas atrocidades”, añadió.
La visita de Harris a Polonia se produjo en medio de una disputa entre Varsovia y Washington por una propuesta polaca de enviar sus aviones de combate de fabricación soviética a una base de Estados Unidos y la OTAN en Alemania para que luego pudieran ir a Ucrania. Polonia, a su vez, recibiría F-16 estadounidenses.
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