- La decisión de Unifin de no pagar intereses y capital de su deuda hasta lograr una reestructura estratégica genera preocupación para los inversionistas.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La decisión de Unifin de no pagar intereses y capital de su deuda hasta lograr una reestructura estratégica genera preocupación para los inversionistas, quienes temen un colapso financiero del sector de los prestamistas no bancarios en México.
Unifin, considerada la empresa más grande en dicho sector, detuvo los pagos de sus 2 mil 400 millones de dólares en bonos extranjeros y les avisó a los acreedores que iniciaría conversaciones para reestructurar los términos de su deuda.
Con esta operación, Unifin se suma a la crisis que atraviesan Alpha Holding SA y Crédito Real SAB.
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“Por decirlo suavemente, Unifin nos deja atónitos, sorprendidos”, dijo Rafael Elías, director gerente de estrategia de crédito corporativo para América Latina en Banctrust & Co en Nueva York.
Las tres empresas eran las favoritas del mercado, ofreciendo a los compradores de bonos rendimientos lucrativos al mismo tiempo que recortaban pequeños préstamos (y cobraban tasas de interés de dos dígitos) a millones de personas que tradicionalmente no tenían servicios bancarios en todo México.
“Esto puede alejar completamente a los inversionistas de la industria”, dijo Omar Zeolla, analista de Oppenheimer & Co.
“Hasta ahora, pensábamos que Alpha y Crédito Real eran casos aislados. Pero el anuncio de Unifin convierte esto en un problema de la industria”.
La deuda financiera de Unifin asciende a 20 mil 910 millones de pesos en préstamos bancarios nacionales y extranjeros otorgados por Azteca, Citibanamex, Scotiabank, Santander, el banco japonés Nomura y el banco de inversión brasileño BTG Pactual.
También está repartida en préstamos de Deutsche Bank, Barclays, Bank of China, CIBanco, Bancomext, Banobras, Blue Orchard, KEB Hana, el Banco Latinoamericano de Comercio Exterior (Bladex) y hasta de GM Financial.
Unifin dijo que el hecho que llevó a la compañía a no pagar los intereses y capital de su deuda fue consecuencia del “difícil entorno” que enfrentan las instituciones financieras no bancarias.
“Actuales situaciones en el sector han causado una pérdida de credibilidad en el mismo, lo que ha limitado de manera muy significativa el acceso a mercados para financiamiento”, dijo.
El martes, S&P Global Ratings declaró oficialmente a Unifin en default.
Ayer, Standard & Poor’s (S&P) Global Ratings redujo las calificaciones crediticias de largo plazo en escala global de Unifin de “B+” a “D”.
HR Ratings redujo su calificación crediticia de “HR AA-” a “HR C-“e hizo ajustes a la baja de su programa de certificados bursátiles de corto plazo, de seis emisiones de Senior Notes y de su Bono Perpetuo.
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