- El Gobierno estatal adjudicó esta semana las primeras 200 rutas y ramales para la reestructuración del transporte público.
DANIEL REYES / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- El Gobierno estatal adjudicó esta semana las primeras 200 rutas y ramales para la reestructuración del transporte público, pero 116 –que equivalen al 36 por ciento del total ofertado- fueron declaradas desiertas por falta de interés de empresarios del ramo.
Los contratos, obtenidos todos por empresas locales a pesar de que fue una licitación nacional, estrenarán el modelo de pago por kilómetro recorrido, así como nuevos trayectos con denominación de rutas troncales, alimentadoras o directas.
Según se informó, las rutas desairadas seguirán siendo operadas por los permisionarios actuales y bajo el esquema tradicional mientras se hace una nueva licitación para el modelo de pago por kilómetro.
Con este sistema, que se implementará de forma gradual a partir de noviembre, el Estado concentrará los ingresos de todas las rutas y pagará a las empresas operadoras de conformidad con el total de kilómetros recorridos.
Según el acta de adjudicación de los contratos, el Estado pagará desde 13 hasta 30 pesos por kilómetro, dependiendo del tipo y la antigüedad de las unidades en operación.
Los montos más bajos corresponderán a las unidades propiedad del Instituto de Movilidad, por las que el Estado paga el arrendamiento y mantenimiento, como los camiones morados de las Rutas Exprés y las 800 unidades chinas que el Estado adquirió en diciembre, y se ha incumplido con la entrega por parte del proveedor TICSA.
El Secretario de Movilidad, Hernán Villarreal, dijo ayer que las empresas que operen sus propias unidades recuperarán su capacidad de financiamiento bajo este modelo, pues tendrán ingresos asegurados independientemente de la afluencia de pasajeros que tengan en sus rutas.
Añadió que con este esquema de pago por kilómetro está previsto mantener tarifas actuales.
“Lo que siempre hemos dicho es que vamos a hacer la reingeniería y hacer todo lo posible para que todo se maneje de forma eficiente”, expresó.
“Si después de eso hay una guerra en China o Corea y sube el diésel o el precio del dólar, pues eso se tendría que decidir, pero, de entrada, el interés del Gobernador es que la tarifa siga sin cambios”.
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