NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

EN MENOS de tres semanas, Quintana Roo se enfrentará a una jornada electoral que podría redibujar el mapa político local, especialmente en los municipios de Cozumel y Solidaridad. Aquí, los candidatos de Morena, José Luis Chacón y Estefanía Mercado, respectivamente, han demostrado una efectividad sorprendente, superando las expectativas de los grupos de poder que históricamente han dominado estas jurisdicciones.

LA VENTAJA para Morena en estos municipios es el descontento popular que brota a flor de piel. La ciudadanía de Cozumel parece haberse cansado de las administraciones pasadas marcadas por la corrupción y los privilegios elitistas, lo cual ha posicionado a José Luis Chacón como el favorito para asumir el cargo de alcalde, precisamente por ser el primer candidato que sale de las filas del pueblo. Los electores, aún con la memoria fresca de gestiones anteriores que priorizaron a unos pocos en detrimento de la mayoría, parecen decididos a optar por un cambio radical.

EL RETORNO del grupo joaquinista en la isla es un futuro incierto: el priista Pedro Joaquín Delbouis intenta regresar a la alcaldía, pese a haber perdido la reelección hace tres años bajo un manto de descontento popular. Su pretensión de volver a ganar el favor público parece una batalla cuesta arriba, dado el evidente cambio de actitud de los votantes hacia liderazgos más transparentes, equitativos y sobre todo populares.

EN SOLIDARIDAD la situación no es muy diferente. La alcaldesa Lili Campos Miranda busca continuar en su puesto, pero su administración ha sido criticada por favorecer intereses particulares y de grupo sobre el bienestar general. Su estrategia de alianzas con antiguos rivales a quienes integró en su planilla a pesar de que en el pasado los acusó de corrupción, genera desconfianza en el electorado cada vez más consciente. Tampoco le han funcionado sus tácticas de intimidación para crear un clima de terror entre los votantes.

EL PAPEL de los negocios inmobiliarios es también un componente determinante en el voto que ejercerá el sector empresarial local, víctima permanente de un sistema de extorsión oficial desde el ayuntamiento. Ambos municipios son claves por su potencial económico, especialmente en el sector inmobiliario, lo que añade una capa extra de complejidad al escenario político. Los candidatos que logren posicionarse como defensores del desarrollo equitativo y sostenible podrían ganar un considerable apoyo no sólo popular sino de quienes buscan invertir bajo mejores condiciones.

TANTO las proyecciones como las encuestas favorecen a los candidatos morenistas en estos municipios, aunque el desafío para Chacón y Mercado será mantener el impulso y convertir el apoyo popular en votos efectivos el día de la elección. Morena parece haber aprendido de las lecciones del pasado, adoptando estrategias que resuenan mejor con las demandas de transparencia y equidad de los electores. Sin embargo, el verdadero examen será su capacidad para cumplir con estas promesas en caso de llegar al poder.

SIN DUDA, el resultado de estas elecciones determinará quién gobernará estos municipios, pero también será indicativo de las tendencias políticas más amplias en todo el estado, especialmente en cómo los votantes cada vez más politizados están respondiendo a los problemas de corrupción y malos gobiernos del pasado. A medida que se acerca el domingo 2 de junio, Quintana Roo está en el ojo del huracán guinda. Este podría ser un momento definitorio para ambos municipios, considerados los más peleados, que tienen la oportunidad de cambiar el curso de su historia política eligiendo líderes que realmente representen los intereses de la mayoría para no regresar al pasado de privilegios de unos cuantos.

@Nido_DeViboras