NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

EN UN ACTO que parecería sacado de las páginas más oscuras de la historia romana, la alcaldesa de Solidaridad, Lili Campos, ha decidido que si no puede tener el control del municipio, entonces dejará que el caos reine. Como el legendario Nerón, quien según la leyenda se dedicó a tocar la lira mientras Roma ardía, Campos ha comenzado un desmantelamiento despiadado de los servicios públicos del municipio, todo esto tras su humillante derrota electoral el pasado 2 de junio.

IMAGINE la escena apreciable lector: trabajadores municipales, fieles a sus deberes, ahora se encuentran obligados a sustituir las luminarias nuevas por las viejas, un acto que no puede ser visto sino como un capricho amargo y vengativo. Las luminarias brillantes, instaladas como una desesperada promesa electoral, están siendo retiradas, dejando a los solidarenses en una penumbra simbólica y literal. Como si de un moderno Nerón se tratara, Campos parece querer ver arder su Roma personal.

EL DRAMA no termina ahí. Los rumores sobre un inminente caos en la recolección de basura han comenzado a circular. La concesión actual, que asegura que los desechos sean recogidos de manera relativamente eficiente, finalizará junto con el mandato de Campos el 30 de septiembre. Lo mismo amenaza suceder con la seguridad pública: las patrullas, alquiladas y no propias del municipio, también dejarían de circular al vencer el contrato. Sin patrullas ni luminarias, la oscuridad y el desorden parecen ser el legado perverso que la alcaldesa panista pretende dejar a su sucesora Estefanía Mercado.

LOS MEDIOS locales han sido las cajas de resonancia de los gritos de auxilio de la comunidad, difundiendo imágenes y reportes del desmantelamiento de instalaciones públicas. Por ejemplo, el área de comida de la policía municipal desapareció de un simple plumazo, y los tickets de despensa fueron cancelados en venganza a la derrota electoral de la panista. La respuesta de los afectados ha sido inmediata, amenazando con paros laborales si no se encuentra una solución pronta a esta insensata represalia.

EN LA MIRA de Lili Campos también está el Heroico Cuerpo de Bomberos, cuyos integrantes son víctimas de los azotes. Sus jornadas laborales, parte fundamental de sus derechos laborales, fueron modificadas de un sistema manejable de 24×48 horas a un agotador 48×48. Todo esto bajo las órdenes de Jorge Alberto Vázquez Oropeza, el titular de la Secretaría de Protección Civil, quien parece ser el cómplice perfecto en esta tragedia moderna.

COMO si no fuera suficiente, la alcaldesa ha ejercido presión sobre sus alternos obligándolos a comentar mensajes positivos de la administración desde sus redes sociales privadas, bajo la amenaza de no recibir puntualmente el pago de su nómina. Además, fueron amenazados de entrar a grupos de Facebook para compartir las publicaciones de Lili Campos y adornan la realidad con flores que nadie más parece ver.

TODO un acto de desesperación, por decir lo menos, que recuerda a los antiguos emperadores exigiendo alabanzas mientras su imperio se desmoronaba. En Solidaridad, la lira de Lili toca su melodía mientras las luces se apagan, las patrullas amenazan detenerse y la basura comienza a amontonarse. La pregunta que queda es: ¿Qué será de esta ciudad cuando la música finalmente se detenga?

@Nido_DeViboras