Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo

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Nodal y su paternidad ‘líquida’

Haidé Serrano

Para el filósofo Zygmunt Bauman la sociedad en la que vivimos es incierta. La “modernidad líquida” que nos caracteriza se refleja en nuestras relaciones, que se tornan volátiles, impermanentes y rápidas.

A la luz de la perspectiva de Bauman, las paternidades actuales son “líquidas”. Como las de miles de hombres que dejan en manos de las madres las obligaciones y responsabilidades que les corresponden.

Un ejemplo: el cantante Christian Nodal, quien concibió con la cantautora Cazzu una bebé (quien aún no cumple un año de nacida), y ya se separó de ambas.

Así como Cazzu, millones de mujeres en el mundo se hacen cargo SOLAS de la crianza de las infancias. Mientras los hombres progenitores, como Christian Nodal, restablecen sus relaciones afectivas, profesionales, sociales, económicas y, en su caso, políticas, sin la carga que implica el cuidado de una niña, niño o niñe.

La dizque paternidad de Nodal se refleja en una foto con la niña en sus redes sociales; un lugar común, un texto cursi y un mensaje que refuerza las paternidades irresponsables, porque a falta de modelos que refuercen paternidades comprometidas, permean los ejemplos masivos y sin cuestionamiento como el de Nodal.

Otro ejemplo: el actor Robert De Niro concibió con la productora Tiffany Chen una niña. Él tiene 80 años, ella 35. ¿Qué paternidad podrá cumplir en el ocaso de su vida? En los años que le quedan, adulto mayor como es ¿podrá atender las infinitas tareas que demandan las niñas y los niños? ¿Podrá crear un vínculo afectivo? Lo que alcance a hacer, ¿será suficiente para su hija?

Mientras los “padres líquidos” se desentienden de todo el trabajo que se tiene que hacer sí o sí, las mujeres se hacen cargo. Las madres autónomas y jefas de familia aumentan.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del año 2000 hasta el 2020, el porcentaje de jefatura femenina en el hogar creció del 21% al 33%. Y en el 2022, el 48% de las madres solteras en México eran jefas de hogar.

Estas paternidades “líquidas”, frías, efímeras, impactan en el desarrollo de esas niñas y niños que tendrán figuras masculinas distanciadas, ausentes y desconectadas emocionalmente. Luego nos preguntamos por qué hay una dizque “crisis de valores”. Nos sorprendemos cuando escuchamos las estadísticas que confirman que el hogar es el lugar más inseguro para las mujeres y las niñas, y los hombres, padres también, los principales agresores.

No dominan en los medios de comunicación ni redes sociales hombres líderes de opinión cuestionando este tipo de paternidades y proponiendo otras: las responsables y cercanas, las maduras y con responsabilidad afectiva, las que cumplen con las obligaciones económicas, las que comparten las tareas del hogar y de cuidados.

Es necesario que los hombres se cuestionen y revisen los roles y estereotipos que les asignaron, en particular el de la paternidad.

Los beneficios que una paternidad positiva les puede reportar son muchos, como desarrollar vínculos emocionales, profundos consigo mismos, sus hijas e hijos y con los demás; además de vivir una vida más plena, menos agresiva y estresante.

Las ganancias de hombres con masculinidades y paternidades positivas se extienden a todas las personas que les rodean, y perduran creando hogares más pacíficos, algo que es urgente en México y en el mundo.

@HaideSerrano es maestra en Género, Derecho y Proceso Penal y licenciada en Ciencias de la Comunicación. Dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Columnista en Luces del Siglo y Milenio. Conductora de Luces del Siglo El Podcast. Consejera del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias de Quintana Roo.