Feminismos En Corto Sin Tanto Rollo

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Cuerpos de mujeres no son cuerpos de hombres

Haidé Serrano

Aún hoy miles de mujeres mueren, sufren y tienen una salud y calidad de vida deficientes porque son diagnosticadas y medicadas de manera equivocada. En el sistema patriarcal que vivimos, la salud de las mujeres se ha atendido como algo secundario. Porque lo primario es la salud de los hombres.

Lo masculino como la medida universal está presente en la investigación médica también. Para mejorar la calidad de vida de los hombres se han invertido la mayor cantidad de recursos económicos y de tiempo a lo largo de la historia. Los estudios científicos realizados en cuerpos de hombres han dado como resultado tratamientos y medicamentos que son aplicados por igual en cuerpos de hombres y mujeres. Es decir, la investigación médica tiene sesgo de género.

De acuerdo con el Glosario de INMUJERES: “el sesgo de género se refiere a la omisión que se hace sobre cómo son conceptualizadas las mujeres, los hombres y las relaciones de género en un determinado objeto de estudio o problemática. La ceguera o el sesgo de género constituye un grave defecto que ocasiona errores dentro de la investigación científica (Margrit Eichler et. al., 1992). De igual manera puede ocurrir al diseñar programas o políticas públicas que omiten o marginan el análisis de género en las diferentes fases de dicha formulación y por tanto excluyen las necesidades y los impactos de las decisiones y acciones en la vida de las mujeres.”

El enfoque androcentrista en la medicina, (Margrit Eichler et. al., 2001), que es el sesgo de género que identifica a lo masculino con lo humano en general y que como consecuencia invisibiliza a las mujeres, subsiste hoy en los consultorios de la mayoría de los profesionales de la salud.

Si bien es cierto que se han emprendido estudios ya con perspectiva de género, esta es relativamente reciente. “En 1991, un artículo fundamental publicado en The New England of Medicine inició el debate sobre los sesgos de género en la atención sanitaria”, señala María Teresa Ruiz Cantero en su libro “Perspectiva de género en medicina”.

Hoy ya sabemos que los síntomas de un paro cardiaco son distintos en mujeres y hombres. Pero durante cientos de años, las mujeres perdieron la vida por una complicación cardiaca creyendo que tenían problemas estomacales, de gripa o de estrés, siendo estos los signos más comunes en ellas y no en ellos.

Abundan los ejemplos de cómo se han aplicado tratamientos y medicamentos por igual. Como los estudios sobre sueño e insomnio realizados en cuerpos de hombres y su medicamento el zolpidem (Ambien). Recientemente se entendió que las mujeres metabolizan más lentamente el medicamento, claro, después de que miles de mujeres tuvieron reacciones adversas.

Otro ejemplo de atraso en las investigaciones es qué sucede a nivel mental, emocional y físico en la perimenopausia y la menopausia. El impacto integral en la salud de las mujeres a causa de la disminución de las principales hormonas el estrógeno y la progesterona se diagnostica pobremente. Se aíslan y separan los síntomas.

Por ejemplo, los médicos que no toman en consideración los procesos hormonales, no piden estudios de laboratorio, concluyen que ciertas mujeres tienen una depresión que requiere fármacos, cuando ciertas manifestaciones se podrían paliar con vitaminas y minerales. No hay consenso sobre el número de síntomas de esta etapa de la vida de las mujeres, pero se han registrado hasta 150 diferentes. ¿Cuántos conoces tú?

Otro ejemplo más son los miomas, que son tumores benignos en el útero. Los médicos romanos en el año 200 d.C. ya los habían identificado. Estos pueden afectar gravemente la calidad de vida de las mujeres, pero lo que se sabe de ellos es muy poco.

La jefa de endocrinología reproductiva e infertilidad de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), Erica Marsh, afirmó “la investigación sobre los miomas está en fase embrionaria. Sólo estamos empezando a arañar la superficie”, hace unas semanas en una reunión sobre salud femenina en la Academia Nacional de Medicina.

Tenemos que exigir a nuestros gobiernos que destinen recursos a la investigación de salud de las mujeres. Que se elimine el sesgo de género y la discriminación. Que la perspectiva de género llegue a los consultorios. Y que todo el personal de salud, así como nosotras, nosotros y nosotres, entendamos que los cuerpos de las mujeres no son iguales a los cuerpos de los hombres.

@HaideSerrano es maestra en Género, Derecho y Proceso Penal y licenciada en Ciencias de la Comunicación. Dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Columnista en Luces del Siglo y Milenio. Conductora de Luces del Siglo El Podcast. Consejera del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias de Quintana Roo.