Proliferan ‘factureras’ y el robo de identidad

1
  • Piden interponer denuncias penales por el hurto de datos a contribuyentes. Atiende Prodecon 65 quejas mensuales por estos temas en Q. Roo.
MARCO ANTONIO BARRERA

CANCÚN, Q. ROO.- El uso de facturas falsas y robo de identidad fiscal integran la mayor cantidad de quejas que recibe la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) en Quintana Roo.

A las personas afectadas se les imponen requerimientos de pago, multas y, en algunos casos, el bloqueo de sus cuentas bancarias por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

El delegado estatal del organismo público autónomo, Gilberto Peña, reconoció que reciben de 40 a 50 quejas mensuales relacionadas con recibos fiscales emitidos por empresas “factureras”.

Este tipo de compañías son las que carecen de un domicilio fiscal, de empleados e instalaciones mínimas indispensables para desarrollar sus actividades, y generan comprobantes por operaciones ficticias, simuladas o inexistentes para eludir el pago de contribuciones de otras compañías.

Peña Cruz expresó a Luces del Siglo que el uso de las facturas irregulares se dio entre hoteles por la asesoría de contadores y despachos contables, antes de la pandemia del Covid-19 en el año 2020.

La respuesta de las autoridades fue revisar la materialización de la actividad fiscal y endurecer las penas legales, lo cual logró disminuir “al mínimo” esa práctica en los últimos cuatro años, debido a que también los contadores responsables huyeron hacia Miami, Estados Unidos.

En la actualidad, reconoció, esta misma práctica ahora se orienta a las empresas medianas, “que creen pasar desapercibidas” ante la autoridad fiscal.

Otras quejas recurrentes se generan por el robo de identidad, que suman de 10 a 15 quejas mensuales ante la Prodecon, y en cuyos casos se recomienda a los afectados interponer también denuncias penales.

Uno de esos casos ocurrió a un trabajador de la construcción, al que el SAT le requirió el pago de un adeudo cuantioso por impuestos retenidos. “Un pobre albañil, imagínese, que le digan que debe 200 mil pesos de impuestos”.

Al contribuyente le fue robada su firma electrónica y toda su información, se le dio de alta como empresa y se expidieron recibos de nómina en calidad de patrón.

El objetivo de este tipo de estafa consiste en reportar actividad de nómina empresarial y la retención de impuesto para hacer deducible la supuesta actividad. “Y siguen llegando muchísimos casos de ese tipo, de los que la gente se queja de que le robaron la identidad”.

El Código Fiscal responsabiliza a la persona que realizó el trámite por el uso que se dé a la firma electrónica, lo que aprovechan algunos contadores astutos o estafadores para su utilización indebida.

Cuando se dan este tipo de situaciones, entre las víctimas se genera nerviosismo al momento de la notificación una supuesta omisión de declarar, y hay quienes optan, por desconocimiento, desaparecer porque le temen al SAT, y pasan a abultar la cifra negra de casos no denunciados.

Otro asunto que lleva el organismo ocurrió después de que la empleada de una empresa recibió una promoción laboral para fungir como representante legal, sin conocer que se expedían facturas por servicios inexistentes.

Cuando la autoridad fiscal detectó la irregularidad le fincaron cargos a la apoderada, y aun cuando tuvo asistencia de la compañía durante dos o tres meses, el apoyo cesó por resultar costoso económicamente.

A la mujer acusada se le abandonó legalmente y sigue enfrentando un proceso de la autoridad hacendaria.

Un tercer caso involucra a otra persona que recibió un supuesto requerimiento de pago por escrito, en el que se le solicitaba pagar un millón de pesos, pero al constatar la veracidad del documento se descubrió que era falso.

A la víctima se le envió el aviso fraudulento de una cuenta de correo ilegítima, que al investigar se descubrió que su situación era regular y tenía una mención positiva ante el SAT.

Gilberto Peña alertó a los contribuyentes para evitar ser víctimas de prácticas fraudulentas, incluso a través de correos electrónicos que simulan provenir de la autoridad fiscal con el objetivo de robar la identidad de los ciudadanos.

La Prodecon, recordó, brinda asesoría, atención de quejas, consulta, representación, defensa legal, investigación, recepción, quejas y reclamaciones.

Los servicios gratuitos tienen que ver con requerimientos de las dependencias del ámbito federal y estatal, de estas últimas siempre que exista un convenio para representarlo, en impuestos Sobre la Renta y al Valor Agregado.

Actúan también como mediadores de acuerdos conclusivos, que son una opción autorizada para resolver controversias de revisiones físicas de gabinete (documentos y contabilidad que se entregan al SAT), visitas domiciliarias o revisiones electrónicas, de las cuales logran condonar las multas en su totalidad.

La delegación estatal de la Prodecon tiene su sede en Plaza Hollywood de Cancún, y una subdelegación en la capital Chetumal, al sur de la entidad, con un horario de atención de lunes a viernes, de 09:00 a 15:00 horas.