- La presidenta de Honduras, Xiomara Castro reiteró su llamado urgente a la unidad latinoamericana ante guerra de aranceles.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
TEGUCIGALPA, HON.- La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, concluyó su gestión al frente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con un mensaje enérgico y frontal: condenó el modelo neoliberal que, según afirmó, ha sumido a la región en décadas de pobreza, desigualdad y dependencia económica, y llamó a los países miembros a cerrar filas frente a los nuevos embates del proteccionismo estadounidense liderado por Donald Trump.
Durante la IX Cumbre de la CELAC celebrada en Tegucigalpa, Castro subrayó que la presidencia pro tempore del organismo no debe verse como un acto meramente ceremonial, sino como un espacio político para impulsar un nuevo proyecto regional. “El orden neoliberal colapsa. No podemos seguir viviendo a expensas de lo que se decide en la primera potencia económica del mundo”, expresó ante los representantes de los 33 países miembros.
La mandataria denunció que las políticas neoliberales impuestas desde la década de 1990 han sido “depredadoras y excluyentes”, y acusó que estas solo han beneficiado a las grandes potencias económicas, dejando a su paso hambre, migración forzada y desmantelamiento del Estado. “Nuestros jóvenes que algún día soñaron con alcanzar el sueño americano, hoy son expulsados arbitrariamente”, señaló.

En el marco de su discurso, la presidenta hondureña advirtió sobre la necesidad de transformar a la CELAC en una verdadera herramienta de emancipación, justicia ambiental y cooperación soberana. “La CELAC no es perfecta, pero es nuestra. Debe ser más que un foro: debe ser un instrumento de integración efectiva, de socialismo democrático y autodeterminación de los pueblos”.
Xiomara Castro también rindió cuentas sobre su gestión, informando que durante su presidencia se realizaron 16 reuniones de coordinadores nacionales, 12 reuniones ministeriales y una cumbre virtual extraordinaria convocada tras la irrupción de la embajada de México en Ecuador. Reiteró que mantener activa y cohesionada a la CELAC “en medio de la fragmentación y el asedio” ha sido difícil pero imprescindible.
El llamado de Castro a la unidad regional coincidió con el impacto de las recientes políticas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump, quien en abril impuso un arancel base del 10% a las exportaciones de casi todos los países latinoamericanos, incluidos aliados ideológicos como Argentina y Ecuador. Nicaragua y Venezuela fueron gravadas con tasas aún más altas, del 18% y 15%, respectivamente.
A pesar de estos castigos arancelarios, gobiernos como el de Javier Milei en Argentina interpretaron la medida como un gesto de “trato especial” y anunciaron su intención de alinear su normativa económica con los intereses de la administración Trump, lo que ha sido visto por analistas como una señal de sumisión más que de estrategia comercial.
Frente a esta fragmentación, Xiomara Castro urgió a los países de la CELAC a dejar atrás las diferencias ideológicas y priorizar la unidad como vía para defender sus intereses comunes. “No podemos seguir caminando separados cuando el mundo se reorganiza sin nosotros”, advirtió.
El mensaje de cierre de Xiomara Castro no fue solo una rendición de cuentas, sino una advertencia política contundente en un momento crítico para la región. La mandataria hondureña dejó claro que la CELAC, más allá de las diferencias internas, debe fortalecerse como una plataforma de integración regional frente a un orden internacional cada vez más hostil para los países del sur global.