- Claudia Sheinbaum, Clara Brugada y Delfina Gómez, inauguraron las pruebas operativas del Trolebús elevado Santa Martha-Chalco.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La Presidenta Claudia Sheinbaum, acompañada de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, y de la Gobernadora del Edomex, Delfina Gómez, inauguró las pruebas operativas del Trolebús elevado Santa Martha-Chalco.
La puesta en marcha estaba prevista para hoy, pero será hasta el 18 de mayo cuando empiece a operar de forma parcial, pues seis estaciones aún están en construcción: tres en Chalco y tres más en Valle de Chalco.
“Decidimos abrirlo ya para beneficio de todos los habitantes”, aseguró Sheinbaum.
Con una inversión tripartita, la obra contará con 18.5 kilómetros de longitud, de los cuales 5.1 kilómetros corresponden al viaducto elevado. Se proyecta que después llegue a Mixcoac.
Las empresas La Peninsular Compañía Constructora y Alcance Total estuvieron a cargo, con la supervisión de ingenieros militares, entre ellos el Ingeniero Cervantes Loza, a quien agradeció la Presidenta.
“Por permitir avanzar más rápido y con todos los estándares que se requerían”, agregó.
UN NODO
Santa Martha se convirtió en una central de transporte. Cablebús, Metro y, ahora, Trolebús. Este último, junto con las combis, camiones y RTP -que ya operan-, será el encargado de trasladar a la población mexiquense a la Ciudad de México y de regreso a Valle de Chalco.
El Gobierno de la Ciudad de México estima que los trayectos que 3 millones de habitantes hacen para trasladarse de Valle de Chalco a Santa Martha se reduzcan de dos horas a 45 minutos.
José Luis se levanta a las cuatro de la mañana para estar puntual a las seis en su trabajo.
-¿Oiga cuándo van a abrir?- preguntó ayer a un elemento de seguridad.
El oficial le respondió que no le puede dar ninguna información.
A Silvina la esperaba su prima, pero decidió quedarse unos minutos más para ver si llegaba Sheinbaum.
“A ver si pasa, que abra por aquí y ya entramos. Viaje gratis. ¡Ay, qué bonito regalo del Día de las Mamás!”, dice mientras termina su helado.
Abajo de la estructura, en un pedazo de terracería frente a las bases de combis, se estacionaron oficiales de la Guardia Nacional.
“Es que aquí está peligroso, ya ve que como es zona de riesgo. Yo creo que la andan cuidando porque ella luego trae cosas caras”, dice Silvina.
Algunos se quedaron hasta una hora esperando a que abrieran el acceso a los usuarios, pero no sucedió. Una decena se formaba cada tanto sobre el barandal endeble y se iba después de unos minutos.