Un dolor de cabeza común puede aparecer por cansancio, deshidratación o estrés, y suele resolverse en poco tiempo. En cambio, la migraña es un trastorno neurológico más complejo, caracterizado por episodios recurrentes que pueden durar horas o incluso días, con síntomas que afectan seriamente la calidad de vida.
Entonces, ¿cómo saber si ese dolor de cabeza que interrumpe tu día es solo pasajero o si en realidad se trata de una migraña que requiere atención médica? Consultar con un equipo de neurología es clave para identificar estos episodios, especialmente cuando se acompañan de náuseas, sensibilidad a la luz o molestias frecuentes que afectan tu rutina diaria.
¿Cuándo una migraña se vuelve crónica?
La migraña crónica se diagnostica cuando hay dolor de cabeza al menos 15 días al mes, durante tres meses consecutivos. En estos casos, el problema deja de ser esporádico y pasa a formar parte de la vida diaria, con efectos negativos sobre el trabajo, el descanso y las relaciones personales, muchas personas tardan años en recibir diagnóstico.
Además, se ha observado que quienes padecen migraña crónica desarrollan un mayor riesgo de ansiedad, insomnio o depresión. El dolor constante altera el estado de ánimo y el desempeño general. Tratar la migraña a tiempo permite recuperar el equilibrio físico y emocional, y evita que el dolor se normalice como parte de la rutina.
¿Qué señales pueden indicar migraña crónica?
La migraña no siempre se presenta igual en todas las personas, pero existen síntomas recurrentes que ayudan a diferenciarla. El dolor suele aparecer de forma unilateral, con pulsaciones intensas, y se asocia a otros malestares físicos o alteraciones sensoriales antes, durante o después del episodio.
En cambio, un dolor de cabeza común rara vez interfiere con la actividad diaria. Reconocer los signos propios de la migraña crónica es importante para tratarla de forma adecuada desde su inicio. A continuación, una lista de síntomas comunes asociados a la migraña crónica:
- Dolor punzante en un lado de la cabeza
- Náuseas o vómito durante el episodio
- Hipersensibilidad a la luz o al ruido
- Alteraciones visuales antes del dolor
- Dificultad para concentrarse o hablar
¿Cómo se puede tratar la migraña desde la neurología?
El tratamiento de la migraña se adapta a la frecuencia, intensidad y causa de los episodios. Puede incluir medicamentos para controlar el dolor, fármacos preventivos, cambios en la dieta, rutinas de sueño y técnicas de relajación para evitar detonantes como el estrés o el consumo de ciertos alimentos.
Mientras tanto, el equipo de neurología puede solicitar estudios como resonancias o análisis complementarios si hay sospechas de otras causas. También se consideran tratamientos alternativos cuando los medicamentos no son suficientes. El seguimiento continuo es importante para ajustar las medidas a lo largo del tiempo, abordar la migraña desde su origen mejora el pronóstico a largo plazo.
¿Cuándo acudir con un especialista en neurología?
Si los episodios de migraña son más intensos, se presentan con mayor frecuencia o afectan actividades cotidianas como trabajar o dormir, es momento de consultar al área de neurología.
No es normal vivir con dolor constante ni automedicarse sin diagnóstico. Un tratamiento adecuado mejora el control de los síntomas y previene efectos secundarios por uso excesivo de fármacos.