- En una semana, el cuento de hadas del América mutó en pesadilla, tras caer 2-1 contra el LAFC.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Sin tetracampeonato y sin Mundial de Clubes.
En una semana, el cuento de hadas del América mutó en pesadilla, tras caer 2-1 contra el LAFC en el Play-In, en un partido que se definió en la prórroga.
El domingo anterior el americanismo lloraba la derrota en la Final de la Liga MX y hoy porque no supo ganar por la vía deportiva lo que la FIFA les obsequió por una decisión de escritorio.
El sueño del empresario Emilio Azcárraga Jean y del resto del americanismo se quedó en eso. Al despertar, es el LAFC el que retará al Chelsea, Flamengo y al Espérance de Túnez.
Mucha culpa tiene el técnico André Jardine, el genio que se traicionó hace rato.
Al brasileño se le escapó la Concachampions porque tiró el camión atrás en la Semifinal contra Cruz Azul. Ayer hizo lo propio al 88′ porque ya palpaba la victoria con aquel gol de Brian Rodríguez al 64′ por la vía penal, decisión en la que el árbitro recurrió al VAR.
Jardine sustituyó a sus delanteros y pobló el área de defensas. El pecado y la penitencia inmediata por el gol de Igor Jesús al 89′, en tiro de esquina, a balón parado, tal y como Cruz Azul anotó en la Semifinal de la Liga MX y el Toluca en la Final.
Los rostros de los americanistas no eran los del tricampeón que aspiraba al tetra. El equipo estaba roto, tan lleno de defensas contra un rival tan repleto de delanteros y con un Denis Bouanga imparable.
El extremo izquierdo hizo pedazos a Kevin Álvarez, provocó jaquecas a Israel Reyes, de milagro no anotó antes de la prórroga en un tiro milagrosamente desviado por Ramón Juárez, pero su ímpetu tuvo recompensa con aquel disparo al 115′, ligeramente desviado por el juvenil central Miguel Vázquez, sí, uno de los zagueros que Jardine metió en la recta final del juego.
Muchos cuestionamientos recibió el América por sus méritos deportivos para aspirar al Mundial de Clubes tras la exclusión del León, tan culpable por romper las reglas de multipropiedad.
Y así, el futbol mexicano perdió una plaza.
La convulsa semana en la que Luis Ángel Malagón salió airoso de las acusaciones de violencia intrafamiliar terminó de la peor manera, porque esa grandeza que el América derrocha en la Liga se le escapa a nivel internacional.