Elmer Ancona Dorantes
El morenista Ricardo Monreal se fue con todo este domingo… ¡contra Morena!; el llamado que hace para mantener la unidad dentro del Movimiento sonó más a un ¡sálvese quien pueda!
A través de un video que subió a sus redes sociales, el diputado federal por el Movimiento de Regeneración Nacional advirtió que la ruptura es inminente dentro de Morena, rumbo a las elecciones del 2027.
Con toda seguridad, el expriista está dejando ver que el quiebre del Movimiento se está dando desde ahora, con la persecución velada-abierta que está realizando la presidenta Claudia Sheinbaum contra sus propios compañeros de partido.
“Las disputas serán insalvables”; “Se avizoran dificultades para mantener la unidad del partido”; “Se desatan los tiempos políticos”; “Será el partido que sufra más dificultades para mantener la unidad” (…)
“No debemos caer en descalificaciones y derivas internas”; “Hago un llamado a la cohesión y a la unidad”; “Las facciones de moderados con exaltados es siempre muy riesgoso para las organizaciones políticas mayoritarias”; “Morena no puede caer en esa lucha y en esa narrativa interna de descalificación y deriva interna, sería suicida que eso ocurriera”.
Estas son tan sólo algunas frases que difundió el político zacatecano en su video, con un claro mensaje para la que hoy tiene el poder ¿Será que sabe que es el próximo en ser sometido?
La persecución que tiene el senador Adán Augusto López, hombre cercano a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no es gratuita, y lo peor de todo, no viene de fuera del Movimiento ni de gringolandia. Se está dando desde dentro, desde la Presidencia de la República.
Por eso Ricardo Monreal ya puso sus barbas a remojar. El mensaje que envía es: “Si hay ruptura en Morena no va a ser por culpa nuestra”, “Cuídense todos, porque la desbandada y el cobro de facturas políticas está por comenzar”.
¿Por qué hace énfasis en el reciente nombramiento de Pablo Gómez como responsable de la comisión presidencial para la Reforma Electoral, impulsada por Claudia Sheinbaum?
Porque este personaje político sí es gente de izquierda y sí forma parte del círculo cercano de la presidenta, al igual que Omar García Harfuch; en cambio, él no. Hay una brecha enorme entre él y Sheinbaum, entre él y AMLO.
Ricardo Monreal y muchos otros políticos que arribaron al Movimiento desde otros partidos (PRI, PAN, PRD, entre otros), no comulgan con los principios de Morena -nunca lo han hecho-, sino con los intereses económicos y las dádivas que de este partido emanan.
Quien crea, a estas alturas, que Morena nació como un movimiento de izquierda, está completamente perdido en el espacio; muchos de las bases fundacionales de Morena sí lo fueron, pero quedaron fuera de la jugada, de la repartición del pastel.
Todo el poder, toda la gloria, todos los laureles quedaron en manos de los expriistas de antaño que, hoy por hoy, se arrebatan el dinero de las arcas nacionales cual bestias salvajes. Nunca negaron su origen.
A Adán Augusto lo está cazando la propia Sheinbaum, tal y como lo está haciendo con ‘Andy’ López Beltrán, el amado cachorro del pejelagarto, y si no ¿quién mandó a tomar todas las fotos de los contrincantes en el extranjero? La CIA, no. Todo viene desde Palacio Nacional.
En la conferencia mañanera del lunes pasado, la presidenta se refirió de manera fría, gélida, a Luisa María Alcalde como “la funcionaria”, al ordenar a la dirigente nacional de Morena que marque los tiempos adecuados para ver todo lo electoral.
La regañó, pues, por andar impulsando candidatos en Nuevo León, sin su autorización.
Lo cierto es que la presidenta Sheinbaum no tiene cuadros que la respalden; los pocos funcionarios y legisladores de izquierda natural están contados con las manos de los dedos.
Pablo Gómez, Gerardo Fernández Noroña, Martha Lucía Mícher, Laura Itzel Castillo, entre los más conocidos, y de ellos, quien sabe si obtenga lealtades. Nadie meterá las manos por ella cuando vean el infierno arder. Es una mandataria en solitario.
En cambio, los legisladores y funcionarios públicos de la línea de Ricardo Monreal, de Marcelo Ebrard, de Adán Augusto (AMLO) son numerosos, pueden bloquearle el camino de verse perseguidos por la Dama del Tablero.
Como ciudadanos, no debemos dejar de seguir la pista a todo lo que digan, a partir de ahora, los que se atrevieron a desairar públicamente a la presidenta en pleno Zócalo capitalino.
Porque de que algo fuerte se viene contra algunos morenistas de elevado nivel, esa es una realidad, y no todo será culpa de Donald Trump.
