José Luis Carrillo Ramos
Pasado el Primer Informe de Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y, apenas unos días después de la visita de la jerarca nacional de Morena, Luisa María Alcalde, se ha dado el arranque no oficial —pero sí oficioso— del relevo del gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda.
Y aunque muchos aún lo extrañan en Nuevo León, la realidad es que al emecista parece gustarle más estar en Jalisco y en la Ciudad de México que en la propia tierra que, se supone, gobierna.
Prueba de ello es que, argumentando tener una boda relevante, optó por permanecer en Punta Mita y, posteriormente, viajó a la capital del país para asistir al Primer Informe de Gobierno Presidencial.
¡Todo mucho mejor que acudir al Congreso de Nuevo León al inicio de la Legislatura 77!
Al final, en la lógica de los asesores del gobernador norestense, la “protección divina” de la “mera mera” es más importante que cumplir con sus obligaciones constitucionales en la entidad que aún gobierna.
Menos aún cuando la nueva coordinadora del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano es la diputada Sandra Pámanes, identificada plenamente con su “compadre” Luis Donaldo Colosio Riojas, y quien no era su candidata al cargo.
Samuel aplica el sentido común: estar presente donde eres bien recibido. Y ya lleva todo su sexenio demostrando que en la Cuarta Transformación se siente cómodo.
Mientras tanto, en Nuevo León, el dirigente estatal del PAN, Policarpo Flores, asegura y grita a quien quiera escucharlo que la alianza con el PRI —para apoyar a su candidato y alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza— está más que sólida. Sin embargo, en el Comité Ejecutivo Nacional de su propio partido no comparten del todo esa postura.
No es un secreto que, tanto en la Comisión Permanente del CEN en Coyoacán, como en el Comité Directivo Estatal en el centro de Monterrey, está sobre la mesa una propuesta para formar una coalición con Movimiento Ciudadano con el objetivo de enfrentar a Morena en las elecciones de 2027.
Incluso, el propio Jorge Romero, dirigente nacional del PAN, ha manifestado en público y en privado su descontento con la coalición con el PRI. Lo menos que ha dicho es que “nos han chamaqueado”.
Por su parte, Jorge Álvarez Máynez asegura que, en esta ocasión, Movimiento Ciudadano se vería fortalecido con una alianza con el PAN.
Y para encabezar dicha alianza, uno de los candidatos naturales —que no significa confirmados— sería el “compadre” de Samuel: el actual senador Colosio. Sin embargo, todos saben que ese “compadrazgo” existe sólo para las selfies en redes sociales, pero nunca para las redes políticas reales.
Por cierto, ese apellido no desagrada del todo a los panistas de Nuevo León.
No obstante, Samuel quiere a su verdadero “compadre”: el secretario de Gobierno Miguel Ángel Flores Serna, como candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura en 2027.
El problema es que, como cada día de poder es un día menos de poder real, el gobernador percibe la caída sostenida de su capacidad de imponer voluntades y debe aceptar —aunque le pese— la llegada de nuevas variables en la ecuación política rumbo a 2027.
Y para no sólo retener la gubernatura, sino también ser competitivo frente a Morena, partido que mantiene niveles de preferencia interesantes en la entidad, debe escuchar a sus asesores empresariales, quienes le repiten:
“Samuel, para aspirar a ganar debes aliarte con el PAN”.
Y a los jerarcas panistas, sus asesores empresariales les dicen lo mismo:
“Para ganarle a Morena, y que el PAN vuelva a ser competitivo en Nuevo León, debes aliarte con Movimiento Ciudadano”.
Porque, tras los recientes acontecimientos en el Senado —incluyendo la trifulca entre el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, y el ahora morenista Gerardo Fernández Noroña—, el tricolor ha terminado por sepultar la poca simpatía que aún mantenía entre los ciudadanos.
En la actual coalición, el alcalde de Monterrey y excandidato derrotado en la elección estatal pasada sabe que tendrá que redoblar esfuerzos para evitar que MC y PAN se hagan “amiguis” y los azules terminen creyendo en sus archienemigos históricos.
¿Será que el alcalde de Monterrey estaría satisfecho con retener la capital del estado para su grupo y su partido?
¿Y por qué no pensar en una gran coalición en Nuevo León que pueda identificarse como TUCOM (Todos Unidos Contra Morena)?
Porque, ciertamente, la marca que encabeza a nivel nacional Luisa María Alcalde y a nivel estatal Anabel Alcocer sigue manteniendo un nivel de competitividad real en Nuevo León y en México.
¿PAN, MC y PRI harán “bola” contra Morena y sus aliados en la entidad?
Veremos y diremos.