- Benito Mussolini rompe la cuarta pared, mira directamente a la cámara y, con determinación, lanza un desafío al espectador.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- Benito Mussolini (1883.1945) rompe la cuarta pared, mira directamente a la cámara y, con determinación, lanza un desafío al espectador.
“Síganme, ustedes también me amarán. También ustedes se volverán fascistas”, reta el líder al inicio de Mussolini: Hijo del Siglo.
La serie sobre el fundador del fascismo, incendiario populismo de derechas que conquistó Italia a inicios del siglo 20 y tiene ecos en la actualidad, es una envenenada invitación a que el público cuestione sus credos.
“Queríamos que la audiencia fuera, realmente, seducida por él. Debemos entender cómo fue posible que cautivara a una nación entera”, dice el director británico Joe Wright (Expiación, Anna Karenina) en entrevista.
“Muchos líderes mundiales, incluido Winston Churchill, le escribieron cartas de felicitación al inicio de su trayectoria. Era importante que la audiencia se sintiera magnetizada, pero después aplicara su pensamiento crítico”.
Basada en la aclamada novela homónima de Antonio Scurati, la producción televisiva, un thriller político, estrenará sus primeros dos episodios este miércoles, por MUBI, para lanzar, posteriormente, uno cada semana.
Tom Rowlands, de The Chemical Brothers, compuso la electrizante música, alegoría del caos que permitió que los discursos del carismático Il Duce, con énfasis en la rabia y el miedo, magnetizaran en la posguerra.
Ambientada entre 1919 y 1925, retrata la creación de los fasces de combate (violento núcleo del movimiento fascista), el ascenso al poder de Mussolini (pudo ser detenido varias veces) y su consolidación como dictador.
Wright, quien ya convirtió a Gary Oldman en Winston Churchill, Primer Ministro británico, para la película Las Horas Más Oscuras, eligió para esta aventura en la pantalla chica a otra estrella, Luca Marinelli.
El actor italiano, uno de los más aclamados de su generación, se transformó, sin el recurso de las prótesis, en el poderoso aliado de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
“Queríamos ser más directos. Le rapamos la cabeza, le pusimos lentes de contacto y todo el resto, pero es el poder de la imaginación y de su actuación lo que nos invita a creer que él es Mussolini.
“Luca es un actor extraordinario. Hay muy pocos de su calibre. Tiene una imaginación única y peculiar, pero poderosa, que nos hacía imaginarlo todo con él”.
Una de las preocupaciones, y ocupaciones, en esta serie para Marinelli y Wright fue evitar glorificar a Mussolini, pero también hacerlo una caricatura, una parodia.
“Que se volviera cómico, eso era muy grave. No debíamos hacerlo parecer un payaso, porque no lo era. Usaba el humor, pero sabía lo que hacía. Era oscuro.
“En las últimas elecciones estadounidenses, se les preguntaba a los votantes por qué les gustaba Trump y la abrumadora mayoría decía que porque era gracioso. Esa es una razón peligrosa”.
INSULTO DE MODA
El realizador se declara culpable de haberse sumado a la trivialización del calificativo “fascista” como insulto de uso diario, para las situaciones más pueriles.
“De niño, yo se lo decía a la policía, a mis maestros por alargar las clases. Con el resurgimiento del uso de la palabra en los años recientes, es importante entender de dónde viene y lo que significa realmente”.
Hijo del Siglo, que causó escozor en la derecha italiana, pretende mostrar que el fascismo es más oscuro que las camisas de negras que vestían sus adeptos.
Wright sostiene que los tiempos actuales no están hechos para artistas tibios y pide alzar la voz, políticamente, con las obras.
“En los últimos 15 años he replanteado mi postura. Creo que el Brexit (salida de Reino Unido de la Unión Europea) tuvo mucho que ver con eso.
“Al ver lo que sucede en el mundo… hay que posicionarse. Creo que ese es uno de los problemas actuales. Mucha gente no se alzó contra Mussolini. Son cómplices”.
