Sergio León Cervantes
Quintana Roo cierra el año con la fuerza económica que lo ha convertido en la locomotora turística de México, pero también con signos de desgaste que, si no se atienden, pueden erosionar su liderazgo global. La pregunta ya no es cuántos turistas llegan, sino qué tan preparados estamos para sostener el modelo que ellos vienen a consumir.
RETOS ESTRUCTURALES
1. Promoción insuficiente en un mercado hipercompetitivo
Mientras destinos como Arabia Saudita, República Dominicana o España invierten millones en posicionamiento, México ha reducido su músculo promocional y Quintana Roo carga con ese vacío. Sin marketing global no hay flujo, y sin flujo no hay economía turística.
Construir un ecosistema de promoción mixta: gobierno, empresariado e industria digital. No esperar el presupuesto federal, sino diseñar campañas inteligentes, segmentadas y con embajadores turísticos reales: influencers, chefs, deportistas, artistas y experiencias icónicas.
2. Percepción de seguridad y desgaste reputacional
El turista no compra boletos: compra tranquilidad. La inseguridad —aunque focalizada— se magnifica en redes y se convierte en narrativa global.
Crear un modelo de seguridad turística especializada, con protocolos visibles, policías políglotas y comunicación digital en tiempo real. El mejor blindaje es la transparencia.
3. Saturación del producto tradicional “sol y playa”
Ese modelo fue suficiente en 2005, no en 2025. Hoy el turista exige experiencias, identidad, sustentabilidad real y autenticidad cultural.
Migrar hacia un turismo inteligente: gastronomía con marca, turismo deportivo, salud y bienestar, experiencias inmersivas, festivales globales, parques temáticos culturales y tecnología que personalice la visita. No más vender paisajes: vender historias.
4. Incremento de tarifas sin mejora proporcional en valor
La tarifa promedio subió, pero la experiencia no. Esa brecha genera frustración y castiga reputación digital.
Invertir en talento humano y certificaciones. El turismo del futuro no es infraestructura, es gente capacitada que genera emociones memorables.
5. Falta de integración territorial y logística
El Tren Maya, aeropuertos y puertos existen; falta la estrategia que los conecte a un modelo económico mayor.
Crear corredores turísticos-productivos que vinculen turismo, industria ligera, agricultura regional, logística y comercio exterior. Un estado que sólo hospeda depende; un estado que produce, lidera.
EL NUEVO PARADIGMA
Quintana Roo no está en crisis. Está en un punto de inflexión. Si seguimos operando como destino de moda, nos extinguirá la moda. Pero si entendemos el cambio, podemos convertirnos en el primer territorio del continente en exportar un modelo turístico propio, basado en innovación, cultura, sustentabilidad, infraestructura y narrativa.
El reto no es atraer turistas; es atraer inversionistas, talento y reputación. El reto no es llenar hoteles; es llenar el futuro de razones para volver.
El cierre de año nos deja una advertencia y una oportunidad:
- Advertencia: quien no se reinventa, desaparece.
- Oportunidad: el mundo ya conoce nuestro nombre. Falta que conozca nuestro proyecto.
Quintana Roo tiene tres años para decidir si quiere seguir reaccionando… o empezar a liderar.
¡Hasta la próxima semana, con nuevos retos y oportunidades!
Sin miedo a la cima, que el éxito ya lo tenemos.
X: @Oigres14 | IG: @sergioleoncervantes | Email: sergioleon@sergioleon.mx




