- La Profepa alertó sobre la necesidad de que municipios impulsen programas de ordenamiento ecológico.
IGNACIO CALVA
CANCÚN, Q. ROO.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) alertó sobre la urgente necesidad de que los municipios del país impulsen programas de ordenamiento ecológico territorial.
Son considerados herramientas efectivas para prevenir delitos ambientales derivados de la construcción y el desarrollo urbano.
Alberto Rojas Rueda, subprocurador de Prevención Ambiental de la dependencia, reveló que apenas 10 por ciento de los municipios a nivel nacional cuenta con este instrumento.
En Quintana Roo, únicamente cinco de los 11 municipios tienen un programa avalado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“Cuando un ordenamiento ecológico está bien hecho, es muy poco probable que se permitan construcciones donde no, porque se delimita la zona donde no hay aptitud para ser construidas.
“Independientemente que exista un programa de desarrollo urbano, se debe de ajustar al elemento ecológico”, declaró.
De acuerdo con la Profepa, la ausencia de estos programas facilita violaciones ambientales recurrentes como cambios de uso de suelo no autorizados, deforestación e impactos por desarrollos turísticos y habitacionales.
Con un ordenamiento adecuado, señaló Rojas Rueda, la incidencia de estos delitos puede reducirse hasta en 50 por ciento.
“En realidad el ordenamiento ecológico local no supera 10 por ciento de los municipios del país, ese es un esfuerzo que este gobierno va a hacer para ayudar a que se logren.
“De los delitos que se evitan con estos programas, por cambios de suelo, por impacto ambiental y por deforestación, se reducen más de la mitad; de hecho, por impacto y cambio de suelo prácticamente casi todos se eliminan”, explicó.
El Subprocurador advirtió que las zonas costeras —como Quintana Roo, Baja California Sur y Nayarit— concentran la mayor cantidad de irregularidades, debido al acelerado crecimiento inmobiliario y turístico que presiona los ecosistemas.
Además de promover el ordenamiento ecológico, la Profepa trabaja en dos estrategias adicionales: la coordinación con la Sociedad Civil a través de vigilancia participativa y la implementación de auditorías ambiental previas al inicio de la construcción.
Rojas Rueda destacó que este modelo preventivo ya se aplicó en obras de gran magnitud como el estadio de los Rayados de Monterrey, la planta de BMW en San Luis Potosí y la presa La Yesca en Nayarit, donde se logró evitar conflictos y daños ambientales.
“Ya se ha hecho para estas obras, donde desde el proceso constructivo hasta la operación se acompaña de auditoría y nunca tuvieron ningún problema.
“O sea, ese tipo de modelo es el que queremos hacer ahora para evitar que haya daños”, explicó.