- Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presumió la paz, la violencia sigue en la Franja de Gaza.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
FRANJA DE GAZA.- Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presumió la paz, la violencia sigue en la Franja de Gaza.
Israel lanzó ayer su mayor ola de ataques contra Gaza desde que entró en vigor el frágil alto al fuego hace una semana y anunció la suspensión temporal de la ayuda humanitaria tras acusar a Hamás de disparar contra sus soldados, causando la muerte de dos militares, en Rafah.
Hamás negó responsabilidad y argumentó que desde hace meses perdió contacto con sus unidades en Rafah.
Tras la ofensiva, el Ejército israelí declaró que había “iniciado la aplicación renovada del alto el fuego”.
Autoridades de Gaza informaron que 44 palestinos murieron ayer en el ataque, incluidos niños.
Se esperaba que la ayuda humanitaria se reanudara una vez finalizados los bombardeos, según un funcionario israelí.
El recrudecimiento de la violencia es el tropiezo más serio hasta ahora para el alto el fuego negociado y firmado con gran estruendo por parte de Trump.
En el décimo día de la tregua, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu denunció una “violación del alto al fuego” y ordenó al ejército a actuar “con fuerza” contra los “terroristas” en Gaza.
Su ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió que Hamás pagaría “un alto precio” por los disparos contra sus soldados.
Hamas, por su parte, aunque reafirmó su compromiso de respetar el cese de hostilidades, advirtió que “cualquier escalada” israelí “obstruiría las operaciones de búsqueda y recuperación de los cuerpos”.
Las agencias humanitarias y Naciones Unidas reclaman con insistencia la apertura de este cruce, indispensable para llevar ayuda al territorio palestino, arrasado tras dos años de conflicto.
En este contexto, se anunció que el enviado de Donald Trump, Steve Witkoff, viajará a la región la esta semana para supervisar la aplicación del acuerdo de alto el fuego.
*Con información de agencias