- Si Layla, la golden retriever de Jacob Elordi, hablara sobre él, el actor imagina que podría decir sin modestia: “Soy una genio, le enseñé todo lo que sabe”.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Si Layla, la golden retriever de Jacob Elordi, hablara sobre él, el actor imagina que podría decir sin modestia: “Soy una genio, le enseñé todo lo que sabe”.
Y, de hacerlo, indica la estrella en entrevista, Layla no mentiría, porque ha hecho mucho por él.
“Me ha enseñado todo lo bueno que sé, independientemente de la película”, reconoce el actor al hablar de sus inspiraciones para interpretar a su versión de la criatura creada por el doctor Víctor Frankenstein.
Observar cómo Layla lo ama y se relaciona con él, incluso bajo kilos de prostéticos, le permitió extraer la inocencia pura con la que la criatura mira a su creador y al mundo al cobrar vida.
“Creo que quizá tomé esa bondad de ella y la incorporé. Ahora se va a enfadar conmigo porque no le he pagado sus clases y ando contándoselo a todo el mundo. Le pago rascándola, pero aún así no es suficiente”, consideró el actor de 28 años.
Hace unas semanas, se volvió viral una fotografía de Elordi abrazado a su perrita mientras está caracterizado para Frankenstein.




