- Investigadores, antropólogos y ecologistas, contarán las irregularidades durante la construcción del Tren Maya.
EUGENIO PACHECO
CHETUMAL, Q. ROO.- Con testimonios, fotografías, videos y documentos, investigadores, antropólogos y ecologistas, preparan un libro para contar las irregularidades durante la construcción de los mil 500 kilómetros de vías en la ruta del Tren Maya.
Estas irregularidades, dijo Fernando Cortez de Brasdefer, contaron con la aprobación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la omisión del Instituto Nacional Del Antropología e Historia (INAH).
El investigador y antropólogo del INAH explicó que dentro de esa institución y desde la Sedena se les ha cuestionado y sometido a procedimientos administrativos por denunciar el saqueo y destrucción de vestigios arqueológicos.
Algunos de ellos enterrados o destruidos con la maquinaria pesada, otros sin conocerse su paradero.
Además, existen grupos de activistas y defensores de la ecología que también han denunciado públicamente y ante instancias oficiales, como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
También ante la misma Presidencia de la República, a las cuales informaron de la devastación de la selva y la destrucción o contaminación de los mantos acuíferos. Los especialistas continúan esperando alguna resolución.
Cortez de Brasdefer consideró que ante esa falta de respuesta de la autoridad para defender y aclarar que pasó con esos reclamos en defensa de los vestigios y la ecología, es necesario que los ciudadanos conozcan los documentos y pruebas sobre todas estas irregularidades.
“Y que no sólo se queden en los archivos de las instancias del gobierno”, advirtió.
Aseguró contar con la colaboración y testimonios, así como órdenes escritas, fotografías y videos, de parte de decenas de trabajadores de la construcción e investigadores que trabajaron en la supuesta salvaguarda de los vestigios arqueológicos.
Anteriormente omitieron sus denuncias, sin embargo, ahora están convencidos en la necesidad de revelar a los ciudadanos qué ocurrió durante los trabajos.
“Para dimensionar las afectaciones, hay que tomar en cuenta que hubo devastación de la selva en mil 500 kilómetros.
“Los trabajadores narran y muestran cómo se arrasó también con ruinas y se afectaron los mantos acuíferos de agua dulce, todo eso tiene que saberse y mostrarse”, advirtió.
Recordó que, durante los trabajos, se rescataron miles de piezas arqueológicas de algunos sitios mayas, de los cuales, un gran porcentaje no se conoce su paradero.
Sólo se informó de una supuesta restauración, sin que hasta el momento se hayan regresado a la Península de Yucatán, que es a donde pertenecen.
Dijo que aun cuando no se tiene fecha exacta para la publicación del libro, se trabaja ya en el contenido y la documentación de pruebas que van a mostrarse a todos los mexicanos.