- Toca diputado Renán Sánchez Tajonar las puertas en colonias olvidadas de Cozumel.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
COZUMEL Q. ROO. – En las entrañas de Cozumel, lejos del lujo de los complejos turísticos y del brillo que proyecta la Isla de las Golondrinas hacia el mundo, se extiende un cinturón de realidades más duras, más humanas. Colonias populares donde las banquetas todavía son de tierra, el agua potable no siempre llega y la esperanza se construye con esfuerzo diario. Ahí vive Gloribelly.
Madre y jefa de familia, Gloribelly representa a cientos de mujeres que sacan adelante a sus hijos en condiciones adversas. Con una sonrisa marcada por el sol y la lucha cotidiana, cuida, educa y trabaja para darle a su hijo José una vida digna, aunque los beneficios económicos del desarrollo turístico pocas veces toquen su puerta.
Esta semana, su historia cobró relevancia al recibir la visita del diputado local Renán Sánchez, líder del Partido Verde en Quintana Roo, quien llegó acompañado de su esposa Valeria. La escena no fue un acto político más, sino una oportunidad para visibilizar a quienes comúnmente quedan al margen de las agendas legislativas: las mujeres de las periferias.
El diputado, sin promesas grandilocuentes, reconoció la fuerza de Gloribelly y reafirmó su compromiso como representante ciudadano. “Vamos a seguir legislando con sensibilidad, compromiso y resultados para las mujeres”, declaró. Un compromiso que, asegura, se refleja en el respaldo al Presupuesto 2025, donde se proyectan mayores recursos para programas sociales como Mujer es Poder, impulsado por la gobernadora Mara Lezama.
Más allá del discurso, la presencia de Renán en colonias como la de Gloribelly habla de un esfuerzo por no perder el contacto con quienes viven en los márgenes. “Cuando se apoya a una mujer, se transforma la vida de toda una familia”, repitió, alineado con la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum y la mandataria estatal Mara Lezama.
En este entorno donde lo esencial escasea, cada visita cuenta, cada escucha importa. Gloribelly y muchas más esperan no sólo palabras, sino políticas que les devuelvan algo del bienestar que el turismo promete, pero rara vez reparte equitativamente.
Porque en la otra cara de Cozumel, la que no sale en postales, también hay historias que merecen ser contadas.