- Al asumir la presidencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral, el magistrado Gilberto Bátiz García ofreció ayer poner fin a los conflictos internos.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Al asumir la presidencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral, el magistrado Gilberto Bátiz García ofreció ayer poner fin a los conflictos internos, aplicar la austeridad e impulsar sentencias que den estabilidad y gobernabilidad al País.
El chiapaneco, quien llega a un órgano jurisdiccional marcado por las acusaciones de estar alineado a Morena, estará en ese cargo hasta octubre del 2027, por lo que le tocará calificar la próxima elección de la Cámara de Diputados.
Lo arroparon seis de nueve ministros, cuatro consejeros electorales, magistrados regionales y representantes de partidos políticos, así como el presidente de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, Pablo Gómez.
Sin embargo, su antecesora, Mónica Soto, estuvo de manera virtual, pues está de viaje en Paraguay, en una reunión de la Asociación de Magistradas Electorales de las Américas. Tampoco asistió la presidenta del INE, Guadalupe Taddei.
Resumió en cinco ejes su actuar en los dos años que estará al frente del organismo. El primero será impulsar una “colegialidad funcional”, en la que se respete la pluralidad de visiones.
“Un Tribunal dividido, un Tribunal puesto en polarización, incluso mediática, no sirve a México. Pretendo, desde esta responsabilidad, ser el catalizador de soluciones y no un generador de conflicto”, arremetió.
Antes de la llegada de dos nuevos magistrados, la Sala Superior estaba dividida en dos bloques: uno conformado por Mónica Soto, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata, quienes son ligados con la 4T, y el otro, critico de Morena, integrado por Reyes Rodríguez y Janine Otálora, quien hace unos días se despidió del organismo.
Bátiz, quien junto con Claudia Valle, aparecieron en los llamados acordeones, reconoció que el Tribunal ha atravesado momentos que pusieron a prueba su independencia y cohesión.
Sin decir cómo, prometió “decisiones que fortalezcan la estabilidad y la gobernabilidad”, pues, reconoció, en México la democracia es frágil, y si no se cuida se desmorona, por lo que la justicia electoral debe ser pilar de paz social y certeza democrática.
También afirmó que aplicará un reajuste del aparato administrativo del Tribunal.
“Revisaremos con responsabilidad los ajustes presupuestales que fortalezcan la racionalidad del gasto, esto sí, sin comprometer la independencia de las instituciones, porque también la independencia se protege con estabilidad institucional”, argumentó.
Bátiz prevé seguir los pasos de los nuevos ministros, y sin dar detalles afirmó que para que la justicia electoral sea cercana a la gente, “debe recorrer el territorio”, porque lo que no se conoce no se valora.
AÚN HAY RESISTENCIAS
El presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar, defendió la legitimidad de los nuevos juzgadores del Poder Judicial.
A esta nueva camada de jueces, argumentó, les tocará fortalecer derechos democráticos, pues, argumentó, aún hay resistencias.
“Aún se presentan resistencias, simulaciones e intentos por revertir el ejercicio de esos derechos”, dijo.
“Hoy también hay también una sana pluralidad y convivencia democrática en México, pero siempre sujeta a presiones y a la búsqueda de mantener viejos privilegios y a desplazar al pueblo del centro de la toma de decisiones”.
Sin embargo, arengó, son más los que defienden llegar por la vía de representación popular.




