- Al menos 60 personas murieron después de que una bomba rusa derribó ayer una escuela cuyo sótano era usado como refugio.
STAFF / AGENCIA REFORMA
KIEV, UCRANIA.- Al menos 60 personas murieron después de que una bomba rusa derribó ayer una escuela cuyo sótano era usado como refugio por unos 90 civiles en la aldea de Bilogorivka, en la región del Donbás, según el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
Equipos de emergencia hallaron dos cuerpos y rescataron a 30 individuos del recinto atacado el sábado, informó ayer el Gobernador de la provincia de Lugansk, Serhiy Haidai.
“Sin ir más lejos, en el pueblo de Bilogorivka, una bomba rusa mató a 60 civiles”, afirmó Zelensky durante una intervención por videoconferencia en una cumbre del G7.
“(Las personas) estaban intentando refugiarse en el edificio de una escuela ordinaria que fue blanco de un bombardeo aéreo ruso”.
Haidai también reportó que los ataques del Kremlin en la región, que es parte del corazón industrial del Donbás, mataron a dos niños, de 11 y 14 años, en la cercana ciudad de Pryvillia.
El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, “está horrorizado” por el bombardeo ruso de una escuela en el este de Ucrania, manifestó ayer su vocero.
“Guterres reitera que los civiles y la infraestructura civil deben siempre ser preservados en tiempos de guerra”, apuntó el portavoz.
“Este ataque es otro recordatorio de que en esta guerra, como en tantos otros conflictos, son los civiles los que pagan el precio más alto”.
En tanto, los últimos defensores ucranianos de Mariúpol prometieron no rendirse nunca y ofrecieron una imagen desafiante al mundo en una conferencia de prensa virtual desde un búnker debajo de los restos de lo que alguna vez fue una de las fábricas de acero más grandes de Europa.
“Ser capturado significa estar muerto”, subrayó el teniente Illya Samoilenko, oficial del regimiento de Azov, a través de Zoom.
“Aquí somos básicamente hombres muertos. La mayoría de nosotros sabemos esto. Es por esto que luchamos”.
La última evacuación de civiles, muchos de los cuales habían estado atrapados durante semanas bajo el complejo en expansión, se completó el sábado. Un par de cientos de los soldados que quedan están heridos, según Samoilenko.
“No tenemos mucho tiempo, estamos bajo bombardeos constantes”, alertó en la conferencia de prensa el capitán Svyatoslav Palamar, subcomandante del regimiento Azov.
La Administración regional de Járkov, por su parte, denunció que tres personas murieron en el bombardeo de la ciudad de Bogodujov.
En la provincia de Dnipró, el Gobernador dijo que un niño de 12 años falleció por una munición en racimo que encontró después de un ataque ruso.
Un tratado internacional prohíbe el uso de tales explosivos, pero ni Rusia ni Ucrania han firmado el acuerdo.
“Esta guerra es traicionera”, escribió el Gobernador, Valentyn Reznichenko, en las redes sociales.
“Está cerca, incluso cuando es invisible”.
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