- Desde la Basílica de Guadalupe, Mons. Javier Acero Pérez, pidió que no se utilice los encuentros de oración por la paz y por el Papa Francisco para objetivos e intereses ajenos.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- “Centrémonos en Jesús y tengamos prudencia, cuidado en que nadie nos utilice, que nadie utilice la religión católica para otros fines”, exhortó Mons. Javier Acero Pérez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.
Desde la Basílica de Guadalupe, pidió que no se utilice los encuentros de oración por la paz y por el Papa Francisco para objetivos e intereses ajenos.
Miles de fieles se unieron en oración con todas las diócesis del mundo y la Iglesia de Roma para marcar el inicio de las misas de novenario por el Papa Francisco.
“Ni a María de Guadalupe ni a nuestra religión católica se le toca, ni tenemos tampoco que ser vendidos o abrir nuestras puertas para ser utilizados para otros fines”, dijo durante la homilía.
El Obispo Auxiliar fue el encargado de dirigir las plegarias y pedir que no se utilice a la religión católica con fines torcidos.
“Centrémonos en Jesús y vivamos desde la esperanza y tengamos prudencia”, advirtió a la comunidad católica.
Luego de llamar a servir por la esperanza para crear diálogos y vivir en paz, recordó que el Papa Francisco los encomendó a abrir y trazar un camino hacia esa paz, pese a su complejidad debido a los intereses que están en juego.
Reconoció que los intereses en las relaciones, familias, personas, comunidades y naciones, son múltiples y contradictorios, no obstante, apeló a la conciencia moral y a la voluntad personal y política.
“No se pueden parar aquí políticos que promueven el aborto, que promueven la división y cínicamente aquí tienen una cara y después allá otra.
“Todos tenemos que colaborar para que en la vida del país estén los laicos verdaderamente creyentes, laicos de a pie, que sufren en la quincena que no les llega.
“Que sufren también por otras injusticias sociales, como pueden ser los medicamentos, los tratamientos para el cáncer y otras cosas que en la calle se escuchan. El principio de paz empieza en el corazón”, sostuvo.
Acero Pérez afirmó que una de las enseñanzas que el Papa Francisco dejó fue la Misericordia, pues incluso denominó al 2016 como su año.
Sin embargo, aclaró que ésta no se basa en promover el clericalismo a través de estrategias de marketing religioso, sino mediante la transparencia de las personas, pues el crecimiento de la Iglesia no ocurre por proselitismo, sino a medida que se acciona.
“En estos tiempos de elucubraciones, cálculos y cábalas, tenemos que centrarnos más en Jesús que en una mundanidad espiritual, que a veces quiere una Iglesia dividida y descentrada”, dijo.
A la primera misa del novenario acudieron migrantes y niños del Hospital Infantil Federico Gómez, a quienes el Obispo Auxiliar reconoció como un sector de la población vulnerable.
Por lo mismo, serían los primeros en ser recibidos para ir en comunión con el Papa.
“Aquellos que no tienen títulos, que nadie recuerda y a los que son indiferentes, para nosotros son los primeros invitados”.