- Siete años de la Cuarta Transformación: un Zócalo lleno, un mensaje de fortaleza y los retos que siguen.
STAFF/ LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- El Zócalo de la Ciudad de México volvió a convertirse en termómetro político.
Ante una multitud estimada en más de 600 mil asistentes, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó la celebración por los siete años del arranque de la Cuarta Transformación (4T), un acto que combinó celebración, balance y reafirmación política frente a lo que calificó como campañas de desprestigio y alianzas conservadoras, nacionales e internacionales.
El ambiente festivo contrastó con el tono firme de su mensaje, centrado en la continuidad, la unidad y la consolidación del proyecto que definió como una ruptura histórica con el viejo régimen.
Sheinbaum señaló que el movimiento que gobierna al país no será frenado por presiones externas ni por intentos de desestabilización. “México avanza con dignidad, con justicia, con unidad, y con la fuerza invencible de su pueblo”, afirmó, remarcando que su compromiso personal es indeclinable: “Nunca voy a traicionar… cada segundo de vida está dedicado a construir un México justo, libre e independiente”.
La mandataria llamó a preservar y “avivar la llama de la esperanza”, en una frase que resonó entre banderas, consignas y gritos de apoyo.
El balance: cifras económicas y un modelo que presume resultados
En su mensaje, la presidenta presentó un balance económico que, aseguró, respalda la eficacia del modelo de la Cuarta Transformación. Destacó que 13.5 millones de personas han salido de la pobreza desde 2018; que el salario mínimo alcanzará 315 pesos diarios en 2026, un aumento histórico del 154%; y que la inflación cerró octubre de 2025 en 3.57%, dentro del rango objetivo.
La Inversión Extranjera Directa superó los 40 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2025, mientras que el peso cerró el 5 de diciembre a 18.18 por dólar.
El mercado laboral, afirmó, vive uno de sus mejores momentos: 551 mil empleos formales creados en el año, una tasa de desempleo de 2.6%, y 250 mil millones de dólares en reservas internacionales.
En el terreno laboral también subrayó cambios estructurales, como elecciones sindicales libres, la eliminación del outsourcing, la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar y el envío de la reforma que propone una jornada laboral de 40 horas a partir de 2027.
Políticas sociales, salud, educación y vivienda: avances y metas
Sheinbaum subrayó que los Programas para el Bienestar abarcan ya a la gran mayoría del país: 32 de 35 millones de familias reciben algún apoyo. En salud, dijo que se avanza en la distribución de medicamentos y que el país se prepara para iniciar, en 2026, la credencialización del Sistema de Salud Universal.
En educación, destacó el aumento de la cobertura con 37,500 nuevos espacios en preparatorias y 124 mil lugares adicionales en universidades públicas.
En materia de vivienda, anunció el inicio de 300 mil construcciones de una meta de 1.2 millones, así como la reducción de deudas impagables para cinco millones de derechohabientes de Infonavit y Fovissste.
Seguridad y gobernabilidad: un tema presente, un desafío abierto.
Uno de los puntos más sensibles fue el de seguridad. La presidenta afirmó que los homicidios dolosos se han reducido 34% desde 2018, contrastando con el aumento registrado en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Sin embargo, reconoció que este rubro sigue siendo uno de los desafíos más complejos para el país, especialmente frente a la diversificación de grupos criminales y las disputas territoriales en varias regiones.
En paralelo, defendió que México vive hoy un clima de libertades políticas que —según dijo— contrasta con el pasado reciente. Aseguró que no hay represión ni censura, que las elecciones son “libres y limpias” y recordó el desafuero de López Obrador como ejemplo de lo que consideró el autoritarismo neoliberal.
Infraestructura, energía y agua: pilares del proyecto de Estado
La mandataria destacó la recuperación de Pemex y CFE como empresas estratégicas del Estado, la expansión del Tren Maya, la construcción de nuevas líneas ferroviarias de pasajeros, la modernización de carreteras y la tecnificación de 18 Distritos de Riego. También mencionó la aprobación de la nueva Ley de Aguas Nacionales, orientada a fortalecer el carácter público del recurso.
Relación con Estados Unidos y soberanía: equilibrio y firmeza
El discurso también incluyó política exterior. Sheinbaum afirmó que 2025 ha demostrado que se puede mantener una relación positiva con Estados Unidos sin subordinación: “México no es colonia ni protectorado de nadie”. Prometió seguir defendiendo a los trabajadores mexicanos en el país vecino y resaltó la cooperación bilateral en distintos temas.
Los retos: la otra cara de un proyecto en consolidación
Aunque el balance presentado fue optimista, los desafíos del país siguen siendo profundos:
Economía: sostener el crecimiento, evitar el impacto de la desaceleración global y cumplir las metas de inversión pública e infraestructura.
Seguridad: consolidar la reducción de homicidios y enfrentar fenómenos como la extorsión, el desplazamiento interno y la violencia regional.
Salud: garantizar abasto total, funcionamiento eficiente del nuevo sistema y cobertura real.
Educación: asegurar calidad, equipamiento y seguimiento al crecimiento de la matrícula.
Corrupción: mantener la narrativa de limpieza institucional mientras se fortalecen mecanismos de transparencia y control interno.
Un mensaje que busca trascender el festejo
El evento no fue solo una celebración. Funcionó como un punto de reafirmación del rumbo político del país. El llamado a la unidad, a la defensa del proyecto humanista y a la continuidad de la transformación buscó construir un marco emocional frente a un escenario nacional e internacional complejo.
Al final, Sheinbaum cerró con consignas que resonaron en el Zócalo iluminado:
“¡Viva la Transformación de México! ¡Viva México!”.




