- La revisión del T-MEC exige ajustar el Mecanismo Laboral para dar mayor certidumbre a empresas y al gobierno mexicano.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- En la próxima revisión del T-MEC, el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida requiere ajustes que brinden mayor certidumbre tanto a las empresas como al gobierno mexicano.
Así lo aseguró Alfredo Domínguez Marrufo, titular del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.
Señaló que en la aplicación del Mecanismo se han registrado abusos y una “asimetría estructural”, ya que México no puede presentar quejas laborales, a diferencia de Estados Unidos que sí puede hacerlo contra empresas establecidas en el país.
“Yo no veo cambios sustanciales; puede haber matices, definiciones y ajustes en el protocolo.
“Se ha abusado de la presunción de culpabilidad, así está diseñado el anexo laboral del T-MEC: basta con que se presuma una violación y corresponde a México probar que no existe”, explicó.
Consideró que esta lógica probablemente se mantendrá, aunque con ajustes que otorguen mayor certeza a las autoridades mexicanas y al sector empresarial sobre el alcance y aplicación del Mecanismo.
Domínguez Marrufo explicó que los protocolos del anexo laboral han sido interpretados de manera “muy elástica”, por lo que los cambios deberían centrarse en precisar reglas y procedimientos, más que en modificar de fondo el acuerdo.
No obstante, reconoció que, pese a los excesos, el Mecanismo ha sido útil para enviar un mensaje claro a empresas que buscan intervenir en la vida sindical o evadir la negociación colectiva mediante prácticas irregulares.
“Ha servido para dejar claro que no se puede vulnerar la libertad sindical ni hacer arreglos en lo oscurito. El mensaje es que este tipo de conductas tiene consecuencias”, afirmó.
Domínguez Marrufo reiteró que persiste una asimetría en la aplicación del protocolo, pues México no puede presentar quejas laborales contra empresas en Estados Unidos o Canadá.
“Así está pactado el acuerdo, pero quisiéramos que fuera un esquema equitativo y análogo a lo que ocurre con trabajadores mexicanos en esos países.
“Esta asimetría limita el avance hacia condiciones de mayor igualdad en los tratados internacionales”, dijo.




