- El mensaje fue contundente: la unidad entre empresarios y gobierno es la única frontera que vale la pena construir.
FELIPE VILLA
NOGALES, SON.- En esta ciudad el termómetro no solo marcaba calor, también tensión. Tensión por lo que viene del norte.
Mientras Donald Trump endurece su discurso y recurre nuevamente a la política de aranceles como herramienta de presión comercial, en México, empresarios del norte comienzan a entender que el aislamiento ya no es opción: es momento de actuar como uno solo o padecer cada uno por separado.
En la segunda audiencia pública organizada por la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte, el mensaje fue contundente: los sectores productivos, los gobiernos estatales, municipales y el federal deben articularse para construir una defensa sólida de los intereses económicos de la región, y del país entero.
El senador Juan Carlos Loera de la Rosa, presidente de la comisión, fue claro: se necesita una nueva narrativa que resalte los beneficios de la cooperación bilateral, sobre todo en el contexto del T-MEC, que ha permitido la integración de cadenas productivas vitales para ambas naciones. Pero si prevalecen los aranceles impuestos por Trump, “no sólo se verán afectados los productores mexicanos, sino también los estadounidenses y, sobre todo, el consumidor final”, advirtió.
Más allá de las cifras y tratados, lo que quedó claro en Nogales es que la frontera norte es mucho más que una línea divisoria: es una zona de colaboración estratégica que debe defenderse con unidad.
Por eso, la audiencia no fue un evento simbólico, sino un punto de partida para construir propuestas desde el territorio, no desde el escritorio, como dijo el senador Heriberto Marcelo Aguilar Castillo.
Desde el Senado, se reconoció que el norte ha sido históricamente marginado en el discurso del desarrollo nacional. Pero hoy, con proyectos binacionales como la modernización del Puerto de Guaymas, la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, el impulso a la industria de semiconductores y la electromovilidad con el proyecto Olinia, la región Sonora-Arizona se perfila como ejemplo de integración y futuro compartido.
La amenaza arancelaria también convoca a una reflexión más amplia: ¿cómo blindar al país de decisiones unilaterales tomadas en Washington que afectan millones de empleos en México? ¿Cómo garantizar justicia comercial sin caer en confrontaciones diplomáticas?
Ahí, la figura de la presidenta Claudia Sheinbaum fue mencionada con respeto por su actitud prudente y firme frente a la situación. El senador Loera aseguró que el Senado respaldará cualquier decisión que tome a partir del 2 de abril para defender la soberanía y los intereses económicos de México.
La audiencia concluyó con un mensaje clave: el norte no está dispuesto a ser la primera víctima de una nueva guerra comercial. Y si hay algo que quedó claro en Nogales, es que la unidad entre empresarios y gobierno es la única frontera que vale la pena construir.