- Lizzo es una mujer que siempre rompe esquemas, y no solo por su estilo interpretativo, sino porque se abrió camino con una figura muy distinta a la que imponía la industria.
JUAN CARLOS GARCÍA / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Lizzo es una mujer que siempre rompe esquemas, y no solo por su estilo interpretativo de soul, R&B y hip hop que la ha llevado a ser estrella del mainstream, sino porque se abrió camino con una figura muy distinta a la que imponía la industria, de estándares físicos y estereotipos arraigados.
Pocas pueden sentirse tan empoderadas y seguras como la ganadora del Grammy, quien, en entrevista, valora el apoyo recibido de mucha gente que simpatiza con su talento y su silueta, mismo que ella le ha dado a sus bailarines y bailarinas, también curvilíneos, algo que igualmente han hecho Usher, Ne-Yo, Taylor Swift, Janet Jackson y Childish Gambino.
“Hay una gordofobia generalizada (aunque haya disminuido). Ahora se habla de ver el cuerpo desde una forma positiva, pero en el sentido de pertenencia, nos hacían sentir ajenos.
“Hay que usar el poder de la mejor manera, y es bueno pensar en dar un mensaje positivo”, aseguró la cantante, en enlace virtual desde su casa, en Houston.
También ganadora del Emmy al Mejor Programa de Reality de Concurso, por Lizzo’s Watch Out for the Big Grrrls, se manifestó orgullosa por sus logros y por su físico ahora que promueve su quinto álbum, Love in Real Life.
“La conversación ha crecido y ha surgido desde una perspectiva distinta, y ha formado mejores criterios. Es como en las tiendas donde no hay ropa para personas con sobrepeso. Lo mismo en vehículos, aviones…
“Y yo pensé: ‘Si lo tengo, y sé lo que merezco, ¿por qué no puedo ser una estrella pop?’. Puedo estar en una portada de revista, ir a una alfombra roja, es algo muy interesante, es lo que nos debe hacer presentes. El mundo debe crecer y es lo mejor”, puntualizó.
La coautora de hits internaciones como “Juice”, “Tempo” y “Jerome” ya dio a conocer los dos primeros sencillos del material, “Still Bad” y “Love in Real Life”.
“El álbum es sobre el amor verdadero, y tiene mucho que ver con nuestras relaciones interpersonales. La validación que siempre buscamos en el teléfono.
“No solo hablo de redes sociales, también de recibir una respuesta a un texto y que parece que si no sucede, es algo que te rompe el día. Si te responden, te hacen el día. Así no debería ser”.
Muy amena en la charla, incluso risueña y abierta a profundizar en varios temas, evitó referirse a la demanda por maltrato laboral, incluidas burlas por físico, hostilidad y discriminación, entablada por su ex capitana de baile, Shirlene Quigley. Abordó tópicos como el amor, la música, México y el tequila.
“Hacer música es terapia, es sanar. Cuando tenía 19 años formé parte de una banda de rock (Ellypseas), y escuchar a Radiohead o Incubus en Houston no era tan bien visto. Y amaba a The Mars Volta.
“Cuando crecí, me sentí más identificada con el género. Ahora, con el nuevo disco, me enfoco en más sonidos intermedios, de rock, rap, hip hop, pop, un poco de todo. Hice una banda (Ellypseas) y me emocionaba de la misma manera tocar y hacer música”, recordó la intérprete de “Good As Hell”.
La cantautora, quien eligió su nombre artístico como una variante de su apodo de toda la vida, Lissa, e inspirada en “Izzo (H.O.V.A.)”, de Jay-Z, espera volver a México antes de que concluya el 2025 para dar shows y tomar tequila, tal como lo menciona en la canción “Love in Real Life”.