- El Infonavit y el Fovissste construirán un millón 100 mil viviendas.
STAFF / AGENCIA REFORMA
BENITO JUÁREZ, Q. ROO.- Noemí Chi Canul, una mujer maya que vive en Cancún, dijo que hace una semana fue a la clínica del IMSS de Cobá por Pioglitazona, una pastilla para el control del azúcar, y no le dieron nada.
“No es echarle la culpa al Presidente López Obrador, son los administrativos que no llevan bien su control y prefieren agarrarse ellos o comprar medicamentos más baratos que dar lo que realmente el paciente necesita.
“Pero ahí no es la culpa del Presidente, claro que un poco, porque deben mandar gente para supervisar, y si no supervisan, pues ellos aprovechan, pero no precisamente porque el Gobierno no invierta, sino que los que lo administran bien”, dijo, ya en el caos de las sillas negras bajo la carpa donde la Presidenta Claudia Sheinbaum anunció el arranque del Programa Vivienda para el Bienestar.
El Infonavit y el Fovissste construirán un millón 100 mil viviendas.
Aseguran que no serán cualquier tipo de viviendas, como las del pasado, cuando los reglamentos admitían que midieran 36 metros cuadrados.
“Son casas de por lo menos 60 metros cuadrados, no los ‘huevitos’ aquellos de 35 metros cuadrados que se hicieron durante tantos años”, dijo Sheinbaum en un terreno junto a un fraccionamiento de viviendas en la Colonia Paraíso Maya Quinta Etapa.
La población llegó desde las 12:00 horas para el evento anunciado a las 18:00 y no todos lograron pasar a las carpas donde una revolvedora tiraría la mezcla del inicio de las obras.
En 35 hectáreas, a media hora en auto de Cancún, se construirán 313 edificios de 16 viviendas cada uno, 5 mil 8 en total en un mismo espacio, según dijo el director del Infonavit, el ex director de Pemex, Octavio Romero Oropeza. En todo el estado serán por ahora 5 mil 632 viviendas a costos accesibles para quienes ganen uno o dos salarios mínimos.
Cientos de quedaron fuera. Gritándole “¡Presidenta!”, a través del alambrado, y ella, alegre, rejuvenecida, respondía lanzándoles besos con las manos.
Los edificios del fraccionamiento, color beige y rojo, tenían espirales de púas y amenazas contra los ladrones, representados como ratas cargando un costal: “Si te agarramos, te linchamos”.
El Ejército, la Guardia Nacional y la policía vigilaban en los alrededores, pero la inseguridad en Quintana Roo ni en Cancún, donde los sicarios han ejecutado a sus víctimas hasta en las playas privadas, no fue mencionada por la Presidenta y apenas un poco por la gobernadora, Mara Lezama, con esa fórmula morenista de echarle la culpa al pasado, aunque tengan que saltarse los seis años pasados de López Obrador.
“Los Gobiernos neoliberales, anteriores al Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.”, dijo Romero.
“El desbordado crecimiento y bonanza económica de Cancún se repartió de manera desigual, generando una enorme exclusión social, con baja inversión pública, con malos servicios, que desembocó en una espiral de violencia”, acusó Lezama. Aunque dedicó más tiempo en alabar a la primera mujer Presidenta.
Tampoco abordaron el desabasto de medicinas y la mala atención médica. Ese tema que Noemí Chi Canul exprimía desde su silla, a la izquierda del presidium.
“¿Han visto lo que ha expuesto Octavio ahí en las Mañaneras que pasaba en el Infonavit? ¡Unas corruptelas tremendas!”, preguntó Sheinbaum a su auditorio que decía que sí y sí.
“(Construían) viviendas chiquititas, ‘huevitos’ lejos de los centros de población, sin servicios, sin transporte público, donde la gente fue abandonando porque no podía vivir en esas condiciones”, agregó, mirando su silueta repetida en los cartones repartidos entre quienes llegaron a apoyar a la gobernadora.
“Si se fijan, lo que estamos construyendo es un estado de bienestar”, insistió Sheinabum.
Luego invitó a la elección judicial. “No hay país en el mundo más democrático que el nuestro”, dijo.
Reivindicó la soberanía nacional ante Estados Unidos: “Es muy importante que sepan ustedes que nunca vamos a poner en riesgo la soberanía del País” y acabó su discurso, ante cientos que se preguntaban cómo y cuando les darán su vivienda.
“Está muy bien, está ayudando a mucha gente, pero lo que más me interesa es que se preocupe por el seguro, por el ISSSTE, por medicamentos para las personas que realmente lo necesitan” dijo Noemí Chi Canul ya lista para irse.
Mientras Sheinbaum se iba en el Tren Maya a Mérida, y el convoy por carretera era custodiado o cada tanto por unidades del Ejército y la Guardia estacionadas en el arcén negro.