- En varias comunidades de Quintana Roo aún persisten importantes desafíos culturales y sociales que limitan el acceso a la educación, especialmente entre poblaciones rurales e indígenas.
OMAR ROMERO
CANCÚN, Q. ROO.– A pesar de los esfuerzos institucionales por reducir el rezago educativo, en varias comunidades de Quintana Roo aún persisten importantes desafíos culturales y sociales que limitan el acceso a la educación, especialmente entre poblaciones rurales e indígenas.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, el 5% de la población quintanarroense de 15 años o más no sabe leer ni escribir, lo que equivale a alrededor de 69,675 personas. Esta cifra supera ligeramente el promedio nacional, que se sitúa en 4.7% para el mismo grupo de edad.
Municipios como Bacalar y Felipe Carrillo Puerto presentan los índices más altos del estado, con tasas de analfabetismo del 9% y 6%, respectivamente. Estas cifras reflejan las condiciones de desigualdad y el limitado acceso a servicios educativos en regiones más alejadas y con una alta proporción de población indígena.
Uno de los factores que incide en la permanencia del rezago educativo es la visión cultural de ciertas comunidades que consideran innecesario o poco útil el sistema educativo nacional en su vida cotidiana.
En algunas zonas, la alfabetización no se percibe como una herramienta esencial para la supervivencia ni para el bienestar familiar. Por el contrario, se privilegia el conocimiento práctico transmitido de generación en generación.
A esto se suman las barreras sociales. Héctor Rosendo Pulido González, director del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos (IEEJA), señaló que muchas mujeres adultas no pueden integrarse a los programas de alfabetización debido a restricciones impuestas por sus parejas. Además, existe una percepción común entre adultos mayores de que, al haber cumplido con sus responsabilidades familiares, ya no es necesario aprender a leer o escribir.
No obstante, las autoridades educativas han logrado avances importantes. Según reportes del IEEJA, al cierre de abril se ha alcanzado un progreso del 45% en nivel secundaria y del 40% en primaria, en el marco de la estrategia nacional impulsada por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). En lo que va del 2025, se ha logrado alfabetizar a 200 personas adultas.
Para ampliar su cobertura, el instituto ofrece modalidades de estudio que van desde clases presenciales en plazas comunitarias hasta la certificación por examen único y una plataforma en línea recientemente actualizada. Todos los servicios se brindan de forma gratuita en los once municipios del estado.
El director del IEEJA reiteró el compromiso del organismo con el derecho a la educación y llamó a la sociedad civil a participar activamente en la promoción de estos programas. “No se trata solo de enseñar a leer y escribir, sino de generar conciencia sobre la importancia de la educación para mejorar la calidad de vida y construir una sociedad más equitativa”, enfatizó Pulido González.
Si bien las cifras muestran avances en la alfabetización, la integración educativa plena sigue siendo un reto en las comunidades que se rigen por formas propias de aprendizaje. Reconocer esa diversidad cultural y dialogar con ella es uno de los principales desafíos para los programas educativos del estado.