- La llegada es un suceso recurrente entre fines de mayo y agosto, y con mayor intensidad en junio y julio, mismo que reduce el potencial de lluvias porque este fenómeno “roba humedad a las nubes”.
JACOBO VELÁZQUEZ
MÉRIDA, YUC.-Con una nueva llegada de polvo del Sahara a la Península de Yucatán, llegaron cambios perceptibles en el ambiente.
Del jueves al domingo, los cielos yucatecos muestran la presencia de estas partículas de un evento que, si bien modifica el panorama, también cumple una función vital para la región.
Este polvo está compuesto por iberulitos (partículas atmosféricas) de 0.1 milímetros de diámetro, que viaja a miles de kilómetros desde el desierto del Sahara, impulsado por los vientos alisios.
Luego, cruza el Atlántico y llega hasta el Mar Caribe, la costa este de Estados Unidos y, por supuesto, a la Península de Yucatán.
Aunque su recorrido inicial ocurre a una altura de 3 a 4 kilómetros, al llegar a la región se eleva hasta los 10 kilómetros.
El meteorólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán, Juan Vázquez Montalvo, explicó el impacto de este fenómeno para la Península de Yucatán.
“Provoca fenómenos ópticos muy llamativos, como son amaneceres y atardeceres entre colores rojizos a anaranjados y durante el día cielo blancuzco”.
El especialista señaló que “no provocan problemas para la salud porque viajan a una altura muy alta”.
En México y la Península de Yucatán, agregó, provocan la fertilización de los suelos por ser ricas en minerales, ya que “las partículas de arena que son levantadas del desierto del pueblo del Sahara por los vientos alisios son partículas llamadas Iberulitos de punto 1 milímetros”.
En 2024, un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México destacó la importancia de estas partículas para la amazonia y su papel en el ciclo de nutrientes, lo que subraya la relevancia de este suceso natural para diversos ecosistemas.
La llegada del polvo del Sahara, un suceso recurrente entre finales de mayo y agosto, y con mayor intensidad en junio y julio, reduce el potencial de lluvias.
Este fenómeno “roba humedad a las nubes” e incluso “es capaz de provocar la desaparición de ciclones tropicales ya que le roban toda su humedad”, indicó el meteorólogo.
Aunque la intensidad actual es de débil a moderada, su presencia marca un descenso en la probabilidad de precipitaciones en los próximos días.