- Sheinbaum recibe en Palacio Nacional las cartas credenciales de los representantes diplomáticos de Polonia, Arabia Saudita, Noruega, Bélgica y China.
FELIPE VILLA
CIUDAD DE MÉXICO.- El Salón de Recepciones de Palacio Nacional volvió a ser escenario de un acto cargado de simbolismo diplomático. Este martes 9, la presidenta Claudia Sheinbaum recibió las cartas credenciales de cinco embajadores y una cónsul que representan a países con los que México sostiene intensos vínculos comerciales: Polonia, Arabia Saudita, Noruega, Bélgica y China.
Con un protocolo sobrio, entre himnos, saludos militares y la entrega de documentos firmados, la mandataria mexicana dio la bienvenida a Agnieszka Frydrychowicz-Tekieli (Polonia), Fahad Ali H. Almunawer (Arabia Saudita), Dag Halvor Nylander (Noruega), Patrick Herman (Bélgica) y Chen Daojiang (China). En sus redes sociales, Sheinbaum subrayó la importancia de mantener “una diplomacia cercana y de cooperación que refleje los lazos de amistad y de interés mutuo”.
Polonia: turbinas contra baterías
La relación con Polonia crece en el marco de la Unión Europea, aunque México mantiene un déficit comercial. En mayo de 2025, el flujo bilateral ascendió a US$35.2 millones en exportaciones mexicanas frente a US$201 millones en importaciones. México coloca en ese mercado turbinas de gas (US$109 millones), mientras importa principalmente acumuladores eléctricos y autopartes (US$396 millones).
Arabia Saudita: acero en ida, químicos en vuelta
La relación con el reino árabe gira en torno a la energía y la petroquímica. En mayo pasado, México logró un superávit: vendió US$36.3 millones y compró US$11.5 millones. El producto estrella de exportación es la tubería de acero, con un valor de US$255 millones, proveniente sobre todo de Veracruz, Ciudad de México y Nuevo León. A cambio, se importan mezclas químicas como alquilbencenos (US$31.6 millones), insumo clave para la industria local.

Noruega: fertilizantes y déficit comercial
Con Noruega, socio del TLC México–EFTA vigente desde 2001, el intercambio es desigual. En mayo de 2025 México exportó apenas US$3.12 millones, contra US$29.8 millones en compras. La balanza se inclina a favor del país nórdico, que provee principalmente fertilizantes NPK (US$119 millones), mientras México coloca tubería de acero por unos US$49.8 millones.

Bélgica: inversión y autos mexicanos
Bélgica es un socio estratégico dentro de la UE. La modernización del Acuerdo Global con México, concluida en enero de 2025, promete abrir más mercados. En mayo, las cifras fueron favorables a México: US$148 millones exportados contra US$122 millones importados.
La canasta mexicana hacia Bélgica es robusta: autos (US$1,150 millones), instrumental médico (US$947 millones) y minerales de plomo (US$185 millones). Desde Bélgica llegan sobre todo medicamentos y maquinaria eléctrica, con importaciones de hasta US$649 millones en 2023. Además, la inversión extranjera directa belga en México alcanzó US$1,540 millones en 2024, prueba del interés sostenido en sectores industriales y farmacéuticos.

China: socio vital, pero con déficit récord
La relación con China es tan intensa como asimétrica. En 2023 México exportó US$18,794 millones, mientras importó US$81,501 millones, lo que dejó un déficit histórico. En 2024, Pekín reportó exportaciones a México por US$90,230 millones.
Los productos mexicanos más demandados son minerales de cobre (US$3,000 millones), circuitos integrados (US$1,690 millones) e instrumental médico (US$1,260 millones). En contraparte, México compra bienes de capital y electrónicos; China se ha convertido ya en el principal proveedor de automóviles, con fuerte presencia de vehículos eléctricos.

Diplomacia con enfoque económico
Los recibimientos en Palacio Nacional no fueron meramente protocolarios. Cada saludo y cada firma simbolizaron la apuesta de México por una política exterior que combine diplomacia y economía. Con Europa, el reto es consolidar la modernización del acuerdo con la UE; con Arabia Saudita, diversificar los vínculos energéticos; con Noruega, equilibrar la balanza agrícola e industrial; y con China, contener el déficit mientras se atrae inversión vía nearshoring.




