- Los aranceles al jitomate mexicano que Estados Unidos busca imponer en julio podrían ocasionar un “efecto dominó”.
STAFF / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- Los aranceles al jitomate mexicano que Estados Unidos busca imponer en julio podrían ocasionar un “efecto dominó” de problemas.
La menor exportación del cultivo traería desempleo entre los productores, lo que podría orillarlos a querer ingresar sin documentos al país vecino, o bien, a sumarse al crimen organizado, advirtió Antonio Ortiz-Mena, presidente del Comité Técnico de Estrategia del T-MEC del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce).
De acuerdo con el experto, más de medio millón de personas en México viven de cultivar tomate para exportación.
“Hay más de medio millón de personas en México que dependen del cultivo del jitomate y, en gran medida, jitomate para exportación; si esas personas tienen a uno o dos dependientes económicos, estamos hablando de más de un millón de personas.
“Si se vuelve inviable la producción para exportación, eso te va a generar un enorme problema de desempleo, y ese problema de desempleo se puede canalizar en migración indocumentada a Estados Unidos, o quizá algunas personas no vean otra alternativa que entrar a las filas del crimen transnacional organizado”, dijo Ortiz-Mena en entrevista reciente.
Desde 1996, presiones políticas por parte de productores de Florida provocaron una investigación a México por posibles prácticas de comercio desleal con el jitomate, la cual fue suspendida ese mismo año mediante el Acuerdo de Suspensión del Tomate, que se ha renovado en 2002, 2008, 2013 y 2019.
La amenaza del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es terminar con ese acuerdo el próximo 14 de julio, e imponer al tomate mexicano un arancel de 21.91 por ciento.
“Este es un problema que lleva décadas. México era un muy importante productor y exportador de jitomate desde los 70’s, y desde entonces enfrentaba medidas antidumping”, agregó Ortiz-Mena.